La presentación del decreto ley de medidas de contención turística aprobado por el Consell de Govern, que cuenta con el respaldo de Vox, ha sido rechazada rotundamente por la Federación Hotelera de Mallorca, que lo ha calificado de «aberrante». Los hoteleros consideran que, a pesar de que se prohíbe la creación de nuevas plazas turísticas en viviendas situadas en edificios plurifamiliares, a la práctica el Ejecutivo de Marga Prohens busca consolidar unas 100.000 plazas de alquiler vacacional, lo que consideran un error, ya que asocian este tipo de alojamientos a los problemas de masificación y de acceso a la vivienda.
La ofensiva de los hoteleros contra el alquiler turístico ha incluido un extenso escrito de Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá Hotels International, en el que acusa al Govern de apostar claramente por el modelo del alquiler turístico. «No aborda el problema ni ofrece la solución que la ciudadanía espera: devolver al mercado residencial miles de viviendas plurifamiliares», ha lamentado Escarrer.
Por su parte, la patronal hotelera de Menorca (Ashome) respalda la postura de sus homólogos de Mallorca, aunque señalan que ambas islas son realidades diferentes. Por ello, se muestran a favor de la eliminación de las licencias de alquiler turístico en los núcleos urbanos tradicionales y subrayan la necesidad de limitar este tipo de alojamiento a las urbanizaciones. «Apostamos por la desaparición de estas plazas en los núcleos tradicionales, especialmente en los bloques de pisos residenciales, aunque de manera ordenada, ya que existen derechos que no se pueden eliminar de golpe», señala Sebastià Triay Fayas, presidente de Ashome, quien se muestra tajante con respecto a la oferta ilegal: «Debe desaparecer de inmediato», enfatiza.
Vivienda y masificación
Desde la patronal hotelera menorquina recuerdan que los problemas de acceso a la vivienda comenzaron en 2017, cuando se autorizó el alquiler turístico en los núcleos tradicionales, lo que provocó el desvío de la vivienda residencial hacia usos vacacionales, con graves consecuencias sociales, tanto para los residentes como para los trabajadores. «Mezclar el carácter residencial y el turístico fue un gran error, y fue aquí donde comenzaron las complicaciones», asegura Triay Fayas, quien atribuye los problemas de masificación en la Isla a este tipo de oferta turística, aunque los circunscribe a cinco semanas de julio y agosto.
Desde Ashome también apoyan las medidas adoptadas por el Consell para luchar contra el alquiler turístico ilegal, así como la campaña de concienciación que se ha lanzado, la cual ha provocado las críticas de los empresarios del sector de viviendas turísticas vacacionales, quienes consideran que se está atacando a todo el sector.
Desde Ashome sí que se muestran favorables al alquiler turístico «reglado y legal» en las urbanizaciones. «Los menorquines no tenemos una gran capacidad de inversión y si alguien compra un solar y hace dos viviendas aisladas con una piscina para alquilar a los turistas, contribuye a dar vida a la economía de la Isla», afirma Triay Fayas.
El apunte
El sector teme que el turismo nacional siga descendiendo esta temporada
Las claves
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Supresión
Los hoteleros de Menorca apuestan por la eliminación de las licencias de alquiler turístico en los cascos urbanos, para que estas viviendas vuelvan al mercado residencial. Además, piden que las plazas ilegales se supriman de manera inmediata.
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Gran error
El presidente de Ashome, Sebastià Triay Fayas, considera que fue un error permitir la mezcla de usos residenciales y turísticos. Esto ha provocado, según los hoteleros, problemas de masificación y la crisis en el acceso a la vivienda, que afecta tanto a residentes como a trabajadores.
Los hoteleros lo quieren todo para ellos y que la gente normal no se puede favorecer de el turismo. El TURISMO ES DE TODOS