El Ayuntamiento de Ferreries está indignado. No entiende por qué la playa de Cala Galdana se ha quedado sin bandera azul, después de más de una década en que año tras año renovaba la distinción que garantiza la calidad de la playa y de sus servicios.
De hecho, lamenta el alcalde Pedro Pons, se enteraron de la pérdida de la insignia a través de este diario, ya que el Ayuntamiento no fue informado de que este año Cala Galdana no dispondría de la bandera azul, hasta que salió publicado el listado definitivo el miércoles.
El mismo jueves por la mañana, los responsables del área de Turismo de Ferreries contactaron con la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), que es la que concede las banderas azules en España como representante de la Fundación para la Educación Ambiental, que les confirmó que la decisión es «irrevocable». El motivo que les dieron es que en verano del año pasado, técnicos de la Asociación durante una visita a Cala Galdana realizaron una analítica y los resultados fueron negativos.
El alcalde afirma que «las aguas de la playa Cala Galdana están bien», y así lo aseguran todas las analíticas oficiales que se han realizado en 2024. «El laboratorio de PIME hace análisis cada 15 o 20 días en tres puntos diferentes de la playa, entre mayo y octubre del año hicimos nueve analíticas y todas fueron positivas; y se las hemos enviado a la Asociación, que ni siquiera nos ha contestado», explica Pedro Pons, que a su vez apunta que «la Asociación no nos ha enseñado el resultado de su analítica». Además de las analíticas propias, el alcalde enfatiza que el programa Sicted, del Ministerio, que analiza la gestión y el estado de las playas, siempre ha considerado a Cala Galdana apta para el baño.
Vertidos en el río
Todo apunta a que la pérdida de la bandera azul de Cala Galdana podría estar relacionada con los vertidos que de vez en cuando se producen en el río, que hace que el agua del torrente se emblanquezca y desprenda un fuerte hedor. De hecho, uno de los requerimientos que la Asociación de Educación Ambiental envío al Ayuntamiento de Ferreries cuando cursó su petición para renovar la insignia, fue que remitiera los análisis de la depuradora de Serpentona, situada en la zona que depende de Ciutadella. El Consistorio de Ferreries, tras solicitarlos a Ciutadella, remitió los resultados de las pruebas, que también daban positivo.
El último episodio grave de un vertido en el río de Cala Galdana se registró en abril del año pasado, aunque se suelen suceder de forma periódica, sin que se sepa a ciencia cierta quién es el responsable. Se ha hablado de la depuradora de Serpentona que vierte las aguas limpias en el cauce del río (aunque los resultados siempre han desechado esta idea), también se ha apuntado al mal estado de la anticuada red de alcantarillado de la zona de Ciutadella o de conexiones con tuberías ilegales que desembocan al torrente.
«El año que viene vamos a renunciar»
El alcalde de Ferreries no esconde su descontento, «sobre todo por las formas». Asimismo, expresa que «desde hace ya un tiempo tengo dudas con esta Asociación privada, ya que no es un organismo oficial y público, y optar a la bandera azul no es barato [unos 700 euros] y se les está dando más bombo de lo que toca». Con todo, anuncia que «de no resolverse este asunto, el año que viene vamos a renunciar a optar por la bandera azul, más que nada porque tenemos la certeza de que las aguas de la playa están bien, porque así lo demuestran los análisis oficiales y no queremos depender de lo que diga una entidad privada».
En caso de renunciar, no sería el primer ayuntamiento de Menorca que decide cortar con esta Asociación. En el anterior mandato, el equipo de gobierno de izquierdas de Sant Lluís ya renunció en 2021 que las playas de Punta Prima y Binibèquer optaran a esta enseña, lo que fue objeto de críticas por parte de la oposición del PP, que al regresar al gobierno volvió a solicitarlo y les fueron concedidas en 2024 y también este 2025.
Adelaido F CHabía entendido el comentario la primera vez. Sigo diciendo lo mismo. En Cala Galdana no estamos a 20 minutos del parking, no cuesta nada dejar el coche del bebé en el auto y llevarlo en brazos a cambio de dejar descansar a la naturaleza un poco. Estamos mal acostumbrados.