La pieza de recambio que impedía funcionar con total seguridad el ascensor de la Residencia de Gent Gran del Consell, en Maó, llegó ayer y los técnicos se afanaron en su montaje y en la reparación del aparato. Al cierre de esta edición el Consell informó de que ha pasado la inspección obligatoria del organismo de control autorizado y que vuelve a estar en funcionamiento. Su clausura se produjo el viernes día 20, por lo que los ancianos y trabajadores han pasado seis días con el problema de movilidad en el interior del edificio que ha trastocado la vida y la organización del geriátrico.
Desde que llegó la pieza la empresa responsable del mantenimiento del ascensor trabajó en su montaje, con el objetivo de que ayer quedara todo listo para que la máquina pasara otra vez la inspección, que finalmente se realizó a última hora de la tarde.
El Departamento de Bienestar Social trabajó para que dicha inspección se realizara ayer mismo y así evitar que el problema se alargara con otro fin de semana de por medio. Tanto la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, como la directora insular de Gent Gran, Melissa Manota, acudieron personalmente al centro para supervisar los trabajos, confirmaron tanto familias de usuarios como miembros de la plantilla.
Més tard que prest.