El uso indebido del móvil por el deseo de captar el paso del caballo al galope en el juego de córrer abraçats dio como resultado el grave accidente que mantiene a un hombre ciutadellenc de 54 años en estado crítico, en la UCI del Hospital de Son Espases.
El incidente enrareció el final de Sant Joan y emborronó en cierto modo la aplicación del plan de seguridad en los últimos metros de Es Pla, y abre el debate del peligro que supone el uso de los móviles en los Jocs. La cuestión, que se antoja fundamental a la vista de los hechos, se debatirá en la revisión trianual obligada que corresponde en 2026. El máximo responsable de la seguridad de la fiesta, el inspector jefe Diego Pastrana, y el alcalde, Llorenç Ferrer, explicaron ayer en rueda de prensa que se evaluará lo sucedido con la recopilación de las imágenes y la información disponibles para valorar si son necesarias medidas sobre el uso de los móviles en la celebración. La peligrosidad por la utilización de estos dispositivos en medio de los actos en los que la gente comparte espacio con los caballos ya había sido planteada por voluntarios en otras reuniones.
Hasta el accidente ocurrido sobre las 22.40 horas, la fiesta había transcurrido sin apenas incidentes a partir de la eficacia mostrada por el Plan Director de Seguridad, ejecutado por más de 500 personas de diferentes cuerpos. Sin embargo, la triste realidad es la evidencia del riesgo persistente que quizás aún puede mejorarse para evitar que se repita. Consta que pese al indiscutible avance en la seguridad, el accidente del martes es muy similar al que le costó la vida a una mujer hace 10 años en una zona próxima. «Reflexionaremos, pero el dispositivo de seguridad ha sido un éxito, con respuesta adecuada y profesional», indicó Diego Pastrana. Sí admitió sentirse dolido, «porque se trata de vidas de las personas, aunque no frustrado por este final, estoy satisfecho por el trabajo», dijo.
Pastrana, con semblante muy serio, y el mismo alcalde, quisieron subrayar que el grave accidente en Es Pla no puede relacionarse con el dispositivo de seguridad. Ambos felicitaron y agradecieron el trabajo de todos los integrantes del plan, especialmente el de los sanitarios tras el incidente.
Los accidentes, dijo, «son imprevisibles, y más ante una imprudencia personal, con todos los respetos para la persona que resultó herida». Recordó que cualquier plan de seguridad se hace para dar respuesta a una emergencia, «esta se produjo y la respuesta que se dio fue la adecuada, fue brillante», repitió en tres ocasiones. Abundó en que el dispositivo de seguridad funcionó a la perfección en el momento en que ocurrió el siniestro, puesto que había cuatro médicos que lograron estabilizar al herido en el hospital de campaña y facilitar su evacuación hacia el avión medicalizado.
Cuando sucedió el accidente estaban disponibles todos los elementos del dispositivo de Es Pla, con el hospital de campaña y los equipos completos de Creu Roja, Policía Local, voluntarios, enfermeros... «Era todo lo adecuado para dar respuesta, como así sucedió». De hecho, a los pocos segundos del accidente había 45 efectivos entre sanitarios, policías locales, voluntarios y protección civil asegurando la intervención de los médicos que le atendieron, entre ellos el coordinador del 061, Alain Suárez, quien también explicó que la reacción fue «inmediata y acorde a la situación».
El accidente se produjo en un punto en el que cabe cierta relajación porque ya es al final del recorrido. Las consecuencias, incluso, podrían haber sido mucho peores si el caballo hubiese caído y arrollado a otras personas. «Hay que estar atentos también ahí porque las imprudencias pueden incidir en la vida de otros», concluyó el responsable de seguridad.
Esther Mascaró: «Lo prioritario es que la gente de Ciutadella vuelva a bajar a Es Pla»
Para la concejal de Fiestas, Esther Mascaró, lo sucedido esta vez demuestra que los accidentes «son imprevisibles y que no hay ningún espacio en Es Pla que esté fuera de peligro. No ha fallado el dispositivo, en absoluto. Todos los asistentes deben ser responsables y no relajar su atención» a las carreras. En su opinión, no hay opción de alargar el pasillo, pues los 42 voluntarios de Sant Joan y los vigilantes que contrata el Ayuntamiento elevan el número de efectivos por encima del centenar. Mascaró asegura que «el problema prioritario» a solventar es «conseguir que la gente de Ciutadella vuelva a acceder en mayor número a Es Pla y no quede desplazada ni excluida de un escenario tan emblemático de la fiesta».
Las claves
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El alcalde habla de una «fiestaza» salvo «un pequeño lunar»
Llorenç Ferrer se mostró muy satisfecho por el desarrollo de la fiesta y la seguridad de la misma calificando como «pequeño lunar, por desgracia» el accidente en Es Pla. Valoró en positivo los horarios y felicitó a todos los implicados.
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El problema de la fiesta fuera del núcleo urbano
Faltan más recursos, dijo Pastrana, para cubrir la seguridad en urbanizaciones «donde hay una gran problemática». Se genera saturación de servicios y efectivos porque la vida sigue, «pero no puedo obligar al personal a hacer más horas».
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Cuatro vuelos de drones inhibidos por la Policía
Durante los días festivos la Policía Nacional ha detenido a cuatro hombres por maltrato, allanamiento, robo de un coche de alta gama y resistencia. Además la unidad de Medios Aéreos detectó 7 vuelos de drones y logró inhibir 4 con la escopeta inhibidora.
Fa no gaire anys, amb molta gent de manco, es feien 3 carreres de correr abraçats de 6 parelles cada carrera. Enguany, 12 parelles seguides van correr i a la 12 es quan hi va haver s’accident. Al final des Plà, hi havia una aglomeració innecessària de cavalls i gent. Ara resulta que ningú vol fer-se responsable quan sa persona ferida no estava enmig del passadís de correr es cavalls. Sempre cercam culpables de fora, però aquesta vegada estan molt més aprop del que volem fer veure.