El grave accidente de este año en los Jocs des Pla de las fiestas de Sant Joan ha vuelto a evidenciar que, por mucho que se esfuercen el Ayuntamiento y el jefe de la Policía Local en perfeccionar el dispositivo, la seguridad absoluta no existe, porque no puede preveer el factor humano ni la «imprudencia personal» que, según demuestra la elocuencia de las imágenes de IB3 y las que registró también el Cecopal, provocaron el fatídico atropello de la última carrera del córrer abraçats.
El incidente retrotrayó de inmediato al más reciente siniestro mortal de los Jocs des Pla, el que en 2014 se cobró la vida de una mujer catalana que fue embestida por un caballo que acababa de correr s’ensortilla y que, a partir del año siguiente, obligó a funcionar con un plan director de seguridad que fija filtros de acceso, limitaciones de aforo y una mayor exigencia de efectivos en cada acto.
El precedente ‘mortal’ de 2014
Entonces, fue un espectador que no guardaba la distancia de seguridad requerida el que hizo desequilibrar al cavaller que corría s’ensortilla que, al perder el control de su caballo, fue a impactar fatalmente contra la mujer que, en compañía de su marido, seguía el desarrollo de los juegos en el tramo final de Es Pla. Según varios testigos, estaba de espaldas a los caballos por lo que, como este año, pudo influir que bajara la guardia en lugar de estar atenta a las carreras.
Nuria Balcells, de 66 años, también fue evacuada al hospital de Son Espases, pero la celeridad en atenderla distó mucho de la que hizo gala anteayer el equipo médico coordinado por el jefe del 061, Alain Suárez. De hecho, la ambulancia que se encontraba en Es Pla carecía de medios y no pudo entubarla, por lo que tuvo que requerirse la asistencia de otra UVI móvil que, en ese momento, cubría servicio en un punto alejado de la isla. La mujer falleció días después en Palma.
El entonces alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, dimitió pero el Juzgado de Instrucción, primero, y la Audiencia Provincial, después, desestimaron la reclamación de la familia sobre una presunta negligencia en el operativo de seguridad municipal y archivaron la causa.
El tribunal concluyó que el Ayuntamiento había tomado medidas suficientes para «garantizar dentro de lo posible la seguridad para las fiestas». Se sustentó en diversos informes de la Policía y el servicio de asistencia extrahospitalaria de Cruz Roja, para quienes existió una excesiva proximidad de la gente a los caballos en una zona de «máximo riesgo» de lesiones para las personas que asisten a este acto. Aún así, sus herederos fueron indemnizados por Mapfre con 125.000 euros.
Indemnización de 150.000 €
El seguro municipal actualmente en vigor que da cobertura a los miembros de la qualcada, los voluntarios y los cuerpos de seguridad ha elevado la cuantía de la indemnización en caso de defunción o incapacidad hasta los 150.000 euros. Además, la póliza cubre de forma ilimitada todos los gastos médicos y compromete el pago de 50 euros por día de baja.