Menorca es la isla más alejada de uno de los grandes principios de la directiva marco europea del agua, que establece entre los objetivos básicos de los estados miembros la cobertura de la totalidad de los costes del servicio con las cánones y tasas que pagan los consumidores, la llamada recuperación de costos. Los documentos iniciales que marcan el punto de partida para la redacción del nuevo Plan Hidrológico de Balears (2028-2033) subrayan que, en el caso del suministro urbano de la Isla, los ingresos a través del recibo solo cubren el 61 por ciento de los costes totales que soportan las distintas administraciones públicas implicadas, incluida la inversión, explotación y mantenimiento de las infraestructuras hídricas.
El análisis económico del uso del agua realizado por la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern sitúa la suma de los costes financieros y no financieros del abastecimiento y saneamiento en la red urbana en 35,4 millones de euros, mientras que los ingresos por tarifas y cánones se sitúan en 17,62 millones. El documento pone de relieve la situación de Menorca en comparación con el resto de islas del Archipiélago (en Mallorca se cubre el 63,3 por ciento y en Eivissa, el 79,4 por ciento) y atribuye la diferencia a «una política tarifaria menos ajustada a los costes reales».
Un nuevo aviso para los ayuntamientos, que en los últimos años son cada vez más conscientes de que las tarifas del agua deben revisarse al alza, pero que van retrasando la impopular medida, vistas también las deficiencias del servicio en varios puntos de la Isla, como en Maó, donde los excesos de nitratos hacen que la mayoría de la población no pueda consumir agua del grifo y tenga que comprar agua embotellada.
La situación resulta más llamativa en el caso de los usos agrícolas, con unos costes estimados de 1,29 millones de euros y unos ingresos de apenas 0,55, un porcentaje de recuperación del 42,7 por ciento. «Los usuarios agrícolas no asumen ninguno de los costes asociados a los servicios de agua reutilizada», advierten desde Recursos Hídricos.
El informe lamenta en ese sentido que «en la mayoría de los casos no contribuyen ni a la inversión inicial ni a los costes de operación y mantenimiento o transporte del agua regenerada», antes de advertir que el servicio de agua para este tipo de usos «está completamente subvencionado» y que se está «contraviniendo el principio de recuperación de costes establecido por la normativa europea». El sector que presenta un porcentaje más elevado de recuperación de costes es el industrial, con un 79,6 por ciento. Los costes se reducen en este caso a 5,24 millones de euros y los ingresos se elevan hasta los 4,17 millones. Destaca el documento que los consumos industriales están más controlados y cuentan con tarifas más específicas.
En la distribución del consumo de agua subterránea, que en la Isla supera los 17,5 hectómetros cúbicos anules, destacan los usos urbanos (casi el 65 por ciento), seguido de los usos agrícolas y ganaderos (17,4 por ciento), los llamados dispersos (los domésticos no urbanos), con el 14,3 por ciento, y los usos industriales, con el 3,4 por ciento.
esfumadoEl tema de las fugas está bien claro, es patético. No podemos ni imaginar la cantidad de agua perdida por fugas.