El hotel rural de Alaior que ha sido denunciado por la Guardia Civil por la extracción ilegal de agua en uno de sus pozos se benefició de una subvención de 990.950 euros de los fondos europeos por ser un ejemplo de turismo «eco-responsable». El proyecto de Cap Menoca superó todos los trámites ambientales y urbanísticos para abrir en 2024. Lo logró sin ocultar la construcción de 16 piscinas, una de ellas de 500 metros cuadrados, algo que sería imposible con la normativa vigente hoy.
La transformación de las antiguas baterías militares de Llucalari en un alojamiento exclusivo con capacidad para 30 huéspedes implicó una inversión de 4,3 millones de euros, de los que una cuarta parte se financió con dinero público. Así consta en la resolución de la convocatoria del Ministerio de Hacienda, que repartió por toda España 170,5 millones de la UE para hacer realidad 93 proyectos empresariales que debían promover el «crecimiento económico inclusivo y sostenible».
Del hotel rural de Llucalari se destacaba, en concreto, que ha permitido la «recuperación de una zona totalmente abandonada, con un uso anteriormente militar y privado, destinándolo al público en general y al turismo de calidad eco-responsable». El propio establecimiento hace constar en su página web la obtención de esta subvención.
Tras una década de trámites, el alojamiento sufrió un recorte importante en su planteamiento inicial, que incluía unas llamativas habitaciones colgantes. Sus plazas quedaron reducidas a un 40 por ciento.
El pozo, del Ejército en 1971
La ‘operación zahorí’ que lleva a cabo el Seprona junto a la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern para frenar el uso descontrolado del agua en el campo ha detectado que este hotel no se limitaba a utilizar el pozo para el consumo humano que tenía autorizado, sino que extraía agua de una captación más antigua que realizó el Ejército cuando funcionaba la batería militar y que fue el único pozo de la finca hasta 2007.
Debido a que su construcción no figura como declarada ni está inscrita en el registro oficial, explica la Guardia Civil, la propiedad del hotel rural no pudo aportar más datos el día de la inspección que trascendió a la opinión pública. No obstante, remite ahora a Menorca – Es Diari un mapa del Ministerio del Ejército datado en 1971 en el que se aprecian los planos de la captación que existe todavía hoy y el presupuesto para la perforación del pozo.
La Guardia Civil señaló en su comunicado del pasado 8 de agosto que los responsables del hotel de Llucalari admitieron que de este pozo se extraían 40.000 litros diarios que «se destinaban supuestamente al riego de jardines y al llenado de piscinas». Posteriormente, la propiedad ha negado este extremo.
Llena las piscinas «una vez al año»
Fuentes del grupo Mare e Terra ponen en duda este dato y aseguran que el agua en cuestión se utiliza para el riego de la finca, lo que incluye una plantación y un olivar. Rechazan, en cambio, que se use para el mantenimieno de las 16 piscinas que, según afirman, «se llenan una vez al año con el pozo legalizado del establecimiento y el desplazamiento de cubas de agua» hasta la zona.
Es barbullot, ¡jolines que cortos! ¿Es que en una reserva de la Biosfera no se pueden hacer piscinas? ¿Qué miren en Canarias todas las que hay y a ver si les han quitado ninguna mención por ello? Entonces ¿porque se habría dado ese título a Menorca con todas las que había ya hechas y muchas de ellas ilegales cuando se otorgó? Las ayudas de la UE no se daban para hacer exclusivamente piscinas. Todo ello muy demagogo de tu parte. Es por el proyecto completo…se construya lo que se construya.