El Consell insular lanzó ayer un mensaje de alerta: la capacidad del servicio insular de acogida de menores está rozando el límite y faltan recursos humanos y económicos para poder atenderlos. En estos momentos –contando los tres migrantes rescatados el pasado viernes– ya están ocupadas 21 de las 24 plazas de que la institución dispone entre la Casa de la Infancia y el piso provisional cedido por el Fons Menorquí de Cooperació.
«Hay que tener en cuenta que también hay 33 niños con familias de acogida, otros cuatro en un centro de Palma y que se está viviendo un aumento de los casos de riesgo, son datos muy variables, en cualquier momento puede aumentar el número», expuso ayer la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés.
La entrada de los tres nuevos menores migrantes ha obligado al departamento a sumar otros dos efectivos de refuerzo. «La situación nos obliga a incrementar recursos y personal y hay una dificultad para encontrar profesionales especializados», lamentaba la también vicepresidenta del Consell, quien reiteró la petición de que se paralice el reparto de menores anunciado por el Gobierno.
«Nosotros siempre hemos sido solidarios (ya tutelan a seis migrantes derivados de otras islas), pero es un esfuerzo muy importante para el Consell», que desconoce cuántos menores tendría que acoger con este reparto. Lamenta que solo se hayan comprometido tres meses de financiación con los que «no tenemos ni para empezar» y teme que no se les pueda garantizar una atención como corresponde.
La consellera insistió en reclamar al Gobierno que declare la situación de contingencia migratoria entre Argelia y Balears y denunció que «es inadmisible que no impulse políticas de inmigración en los países de origen para evitar que más personas se arriesguen y pierdan la vida». Por último Reynés volvió a reclamar que se autorice la intervención de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, para poner medios que controlen el tráfico migratorio en esta pujante ruta del Mediterráneo.
Ya sabes lo que toca Carmen, reducir gastos de las nóminas de políticos que simplemente calientan sillas, y hablo de los de un lado y otro. Ya sois todos el mismo perro con diferente collar. También reducir asesores enchufados que ni saben dónde trabajan ni cuál es su oficio. Sí hiciéramos una limpieza en la política española, sería uno de los principales países del mundo, cómo ya lo fua en el 1500