El Consell ha anunciado este miércoles que va a iniciar los trámites ante la Fiscalía para solicitar que se practiquen pruebas de edad a los tres menores rescatados de una patera que han quedado a su cargo. La vicepresidenta de la institución y consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, ha explicado que los jóvenes, procedentes de Mali, Nigeria y Camerún, están en situación legal de guarda provisional y carecen de documentación. En el momento en que se confirme que no han alcanzado la mayoría de edad quedarán bajo la tutela de la institución hasta que cumplan los 18 años.
Reynés ha subrayado que «tenemos la responsabilidad de garantizar que todas las personas que están en el centro de acogida son menores de edad». En este punto hay que recordar que los migrantes declaran tener entre 15 y 16 años y que se encuentran en una etapa de crecimiento en la que resulta complicado determinar si efectivamente son menores. Según explicó la consellera se encuentran en una «situación muy delicada» tanto física como mentalmente.
De hecho uno de ellos, el que ha estado días ingresado en la UCI del Hospital Mateu Orfila, se ha encontrado mal durante su primera noche en la Casa de la Infancia y ha tenido que ser trasladado a Urgencias, según explican desde el Consell, vuelve a estar ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. «Nuestra prioridad es darles la mejor atención en coordinación con el IB-Salud», ha defendido Reynés, quien ha desvelado que «nos preocupa su estado psicológico, han estado quince días en medio del mar en una embarcación a la deriva, sin alimentos ni comida y han visto morir a compañeros».
La vicepresidenta del Consell ha vuelto a reclamar al Gobierno la paralización del reparto de menores migrantes no acompañados al entender que los servicios de Balears «están desbordados» y que «hay que atender a los menores con dignidad». También ha reclamado al Estado que lleve a cabo políticas migratorias en origen «para evitar que más personas se arriesguen y pierdan la vida».
En estos momentos, y a la espera de las pruebas de edad, el Consell tiene a su cargo nueve migrantes menores no acompañados, además de otros 12 residiendo entre la Casa de la Infancia y el piso provisional cedido por el Fons Menorquí de Cooperació. Asimismo hay otros 33 menores que están en casas de familias de acogida y cuatro están en un centro especializado de Palma.