Acaba la temporada alta y, como si fueran setas en un otoño lluvioso, vuelve a aflorar con fuerza la oferta de viviendas para alquilar solamente en los meses de invierno, aunque esta vez con una desagradable sorpresa para los potenciales inquilinos: han desaparecido del mercado los precios asequibles que venían a compensar la interinidad de los contratos. Ya no sirven como alternativa de emergencia para los muchos residentes que no logran contratos de larga duración y tensan los cálculos presupuestarios a los verdaderos destinatarios de este tipo de oferta, profesionales que necesitan un alojamiento temporal durante el curso escolar.
Más del 70 por ciento de la nueva oferta que ha reaparecido en grandes portales como Idealista y Fotocasa son viviendas que solo se alquilan durante seis meses –de octubre a mayo– o incluso menos y resulta prácticamente imposible encontrar precios por debajo de los 800 euros. Los más habituales superan esa cantidad, que no hace tanto se podía calificar como demasiado cara para pisos que se alquilan para todo el año. La crisis de acceso a la vivienda continúa arreciando sin que se adivinen vías de solución a corto plazo.
Tomemos algunos ejemplos reales. Un apartamento de 55 metros cuadrados con dos habitaciones en Cala en Blanes se anuncia para alquilar de noviembre a mayo por 1.200 euros al mes. Otro de 64 metros cuadrados con una sola habitación en la zona de Son Xoriguer se ofrece para seis meses de estancia también por 1.200 al mes. Unos bajos de 65 metro cuadrados con dos habitaciones en el centro de Alaior, por otros 1.200 euros al mes solo para la temporada de invierno. Entre las 120 referencias para alquilar en Idealista destaca una única excepción, la que confirma la regla, un piso en Alaior de 45 metros cuadrados, una sola habitación y sin ascensor que se ofrece por 650 euros al mes, una auténtica ganga hoy en día.
Habrá que ver cuánto dura el anuncio, que al escribir estas líneas hacía unas horas que se había publicado a un precio más habitual en habitaciones en pisos compartidos. Más fácil es hallar ejemplos de los contrario, precios llamativamente altos. Sirva este: un segundo piso sin ascensor en la Calle del Carme de Maó con tres habitaciones y una superficie útil de cien metros cuadrados útiles por 1.600 euros al mes. O este otro en Ciutadella: 3 habitaciones, 115 metros cuadrados «ideal para profesionales que tienen que desplazarse a Menorca para realizar un trabajo temporal» por 1.600 euros.
Las mensualidades que se están pidiendo por viviendas que hay que abandonar cuando termine el invierno han vivido un incremento llamativo en el último año. Una comparación con informaciones publicadas por este diario sobre este tipo de oferta aparecida al final del verano pasado revela que los precios han llegado a incrementarse hasta un 50 por ciento, un repunte mucho más rápido del que ha vivido el resto de la oferta. Así, en estos momentos existen ya pocas diferencias entre las cuotas mensuales que se exigen para las viviendas de todo el año y las que se ofertan para contratar solamente durante la temporada baja.
Redes y boca a boca
La oferta para los residentes, los que buscan contratos de larga duración, apenas llega a las páginas web. Las inmobiliarias acumulan largas listas de potenciales inquilinos que buscan una vivienda estable y la oferta entra con cuentagotas y lejos de los precios asequibles que se demandan. Las redes sociales son hervidero de residentes que demandan con urgencia una vivienda de alquiler y desde el sector recomiendan el boca a boca como la vía más factible para tener éxito.
como es posible que seamos tan cortos de no darnos cuenta que casi todas estas viviendas que salen ahora al mercado de inverno lo hacen con la premisa de que solo se alquilaran hasta mayo porque después se convertirán de nuevo en oferta para alquiler turístico ilegal , y sabiendo esto , como es posible que no se persiga y se sancione??, si sabemos que son casi todas ilegales... increíble