La precaria situación de personal y recursos, y por ende, en el trato y servicio que se presta en la residencia geriátrica de Sant Lluís ha puesto en alerta a los familiares de los usuarios, como también a los trabajadores. Incluso motivó hace unos días la renuncia de Jessica Ametller en el cargo de directora.
No en vano, en las últimas fechas las familias se han movilizado producto de la preocupación que les causa, fundamentalmente, la impresión de que la empresa Serveo, concesionaria del servicio de gestión externalizada de la residencia desde el pasado mes de marzo, no está cumpliendo con los términos del contrato.
El ramillete de hechos que se denuncian o han motivado quejas abarcan la mala calidad de la comida y la poca cantidad que sirven, que los usuarios solo disfruten de una ducha a la semana o que no se les permita hacer la siesta en sus habitaciones –en esos dos casos, la ausencia de suficiente personal para poder atenderles es el argumento–, el poco espacio y la poca intimidad con qué familiares e internos deben interactuar en régimen de visitas y la poca o nula información que se dispensa sobre el estado de salud o el día a día de los residentes.
El trato «poco cercano y poco sensible» que reciben los ancianos es un intangible que también se ha puesto sobre la mesa en lo que atañe al descontento que se detecta en torno a las prestaciones del geriátrico de Sant Lluís. Esto coarta la conexión con sus cuidadores, asegura la hija de una usuaria, y se debe tanto a la merma de efectivos necesarios entre el personal, como a la constante rotación del mismo, lo que asimismo provoca que ya no se hagan juegos ni actividades de ocio.
A su vez existe malestar por el estado del edificio, con numerosas deficiencias –llegó a haber goteras– desde que hace unos meses se dieron por concluidas las obras de ampliación del inmueble, coincidiendo con la irrupción de Serveo como gestor.
En principio eso no es vinculante, pero sí el no contar con una grúa para manejar a usuarios de movilidad más reducida, el que durante meses se haya carecido de conexión telefónica y wifi, que haya mala cobertura, insuficientes uniformes o lavabos adaptados.
El hartazgo por eso es considerable entre los familiares, pero no contra el personal del geriátrico, puesto que se hacen cargo de la coyuntura y en su búsqueda de responsabilidades miran más arriba, a la dirección de Serveo y subsidiariamente, al Ayuntamiento de Sant Lluís. Con certeza, el grado de enojo que se advierte entre la plantilla de trabajadores, «muy agotada por las circunstancias», es parejo al de las familias.
De hecho, comparten la práctica totalidad de quejas, al tiempo que reivindican la necesidad de incrementar la nómina de trabajadores con un médico, dos personas más para el turno matinal, otro par para la tarde, una para la noche, otra más para el centro de día, sin omitir servicios de limpieza, enfermería, recepción y más personal gerocultor para tratar con según qué usuarios.
El propio colectivo de trabajadores y los usuarios, al unísono, han elaborado un documento de seis páginas en que se plasma ese malestar y se detallan las mermas, que han hecho llegar al centro y a las fuerzas políticas de la población. Los familiares, por su parte, interactúan a través de un grupo de WhatsApp creado expresamente con el propósito de poder acelerar el proceso de encontrar soluciones a un problema «muy grave».
Uno de los orígenes de la coyuntura radica en que cuando se hizo la ampliación del recinto, creció también en número de internos –en un 90 por ciento, y no solo con personas de Sant Lluís–, pero no lo hizo en cuanto a personal en la proporción suficiente (alrededor de un 20 por ciento).
Además, desde el PSOE Sant Lluís denuncian que el Ayuntamiento en el concurso para otorgar la gestión del geriátrico hizo «un pliego de condiciones de mínimos», lo que ha derivado en una «gestión de mínimos» y en «mucha menos atención al usuario». Ayer por la mañana la alcaldesa Loles Tronch se reunió con responsables de Serveo, si bien rechazó hacer manifestaciones sobre lo que se habló en el encuentro.
AtontaoSolamente tengo que decir una cosa: Enhorabuena por el nick, la has clavado campeón. No hay nick que te pueda definir mejor. Si es que cada día dais muestra de vuestra más absoluta torpeza, sois tan torpes que escogéis el nick que mejor os define. JAJAJA, así es imposible que a Menorca le vaya bien. Qué le vamos a hacer...