El problema endémico de la conectividad aérea forma parte de la cotidianidad de algunos residentes, que día a día se ven abocados a hacer «encaje de bolillos» para programar desplazamientos.
Departamentos de ventas de agencias de viajes y secretarías de clubes deportivos son algunos de los ámbitos en los que más sufren el apagón invernal de conexiones y las consiguientes dificultades para conseguir billetes en los momentos de mayor demanda. No hay noticia para ellos, sino un rompecabezas permanente que ya han incorporado a su rutina laboral.
«La cosa es grave, tenemos muchísimos problemas» relata Mónica Fernández, que se encarga de la logística del primer equipo del CE Mercadal de fútbol, el único que milita en la tercera RFEF de la Isla, obligado a viajar en fines de semana alternos. «Tenemos que comprar los vuelos con muchos meses de antelación» y rezar porque no haya cancelaciones. Es habitual que jueguen a las 16 horas en Palma o Eivissa y no haya forma de regresar por la tarde, algo que se agrava teniendo en cuenta que la mayoría de jugadores trabaja el lunes. «Tengo que hacer encaje de bolillos», lamenta.
«Los equipos de Palma se quejan del problema de los vuelos cuando vienen aquí, pero ellos lo sufren solo una vez, nosotros cada 15 días», explica Fernández. Su caso es el de muchos equipos deportivos, también de categorías inferiores, que cada fin de semana protagonizan cientos de desplazamientos y que, tampoco se puede obviar, contribuyen la saturación, sobre todo de las rutas interbaleares. Es a la realidad a la que apunta Pablo Linares, del departamento de ventas de la agencia de viajes Es Freus: «Los fines de semana volver de Palma es muy complicado, hay muchos clubes deportivos, familiares, aficionados...».
Linares es especialmente crítico con la ruta con Madrid, en la que considera que «tendrían que haber dejado los aviones de Iberia Express», más grandes que los Air Nostrum. Diariamente comprueba el cuello de botella que se genera para salir de la Isla cuando acaba la temporada y las compañías dejan sus programaciones en modo invierno. Asegura que el problema del overbooking es tan habitual como para afirmar que «todos los vuelos a Madrid están sobrevendidos».
LuisExacto , pretenden un trato de favor ?