Carmen R.C., la mujer de Ciutadella, de 70 años de edad, que cumple una condena en la cárcel de Palma, regresará al Centro Penitenciario de Menorca en los próximos días, toda vez que Instituciones Penitenciarias confirmó este viernes a este diario que ya ha concedido y aprobado su traslado a la prisión de la Isla.
La junta de tratamiento de la cárcel de Palma aceptó en su última reunión la petición de la reclusa de Ciutadella, que le había sido denegada en otras muchas ocasiones desde que fuera conducida a este centro en septiembre de 2017. El siguiente paso fue elevar la propuesta de traslado de Carmen R.C. a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que la aprobó en la segunda quincena de octubre.
Es el desenlace final a la presión social y política auspiciada por la propia familia para acabar con la doble condena que suponía la estancia de la mujer de Ciutadella en la prisión de Mallorca.
Los movimientos de la diputada Montserrat Seijas, quien se entrevistó directamente con la reclusa en Palma, del senador Francesc Antich, que elevó su queja al Senado para que acabaran las desigualdades entre hombres y mujeres en las cárceles de Balears, y más recientemente de Més per Menorca, que pidió respaldo a la delegada del gobierno en Balears, Rosario Sánchez, finalmente han dado resultado. Esta semana Instituciones Penitenciarias confirmaba que la prisión menorquina ya había sido preparada, de nuevo, para acoger a mujeres privadas de libertad, custodiadas por funcionarias. Hay ocho plazas reservadas para féminas, cuatro de ellas en régimen de prisión preventiva, dos en tercer grado, y otras dos en segundo grado. Será una de estas dos las que ocupará la reclusa menorquina en el módulo polivalente situado en una planta independiente y separada del resto de presos.
La mujer de Ciutadella fue trasladada a la prisión de Palma en septiembre de 2017, dos meses y medio después de su ingreso, al ser la única mujer en régimen cerrado en aquel momento en la cárcel de Menorca. Entonces le justificaron el traslado diciendo que la cárcel no estaba preparada para acoger a una mujer, ya que además, debía estar prácticamente aislada todo el día al no poder tener contacto con los reclusos. Ahora regresará para cumplir el resto de su condena que concluye el próximo agosto, y aunque su situación será la misma, «podremos verla cada semana», indica una de sus hijas. La descendiente de Carmen explica que «no pensábamos que se implicaría tanta gente en este caso, por eso se lo agradecemos a todos, desde una amiga de mi madre, Aina Gomila, hasta los políticos que han presionado para conseguirlo», concluye.