El hombre y la mujer que residen desde hace poco más de un mes en una casa de la calle de Es Castell, en Son Vilar, se acogieron este jueves a su derecho a no declarar en la vista oral por el delito de usurpación ilegal del que han sido acusados, celebrado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Maó. La fiscal y el abogado de la acusación solicitaron una condena de 4 meses de multa a razón de 5 euros diarios para los dos inculpados, y como medida cautelar, el desalojo inmediato de la casa.
Sin más defensa que la alegación presentada por su abogado del turno de oficio, el juicio quedó visto para sentencia a cargo de la jueza, María Belén Velázquez. La vivienda es la segunda residencia de una mujer británica de 89 años, que la adquirió a finales de los 80 y desde entonces pasa al menos tres temporadas largas al año en ella, en ocasiones acompañada por sus hijos. La casa está amueblada y repleta de objetos personales. «Es un hogar», declaró el responsable de su mantenimiento.
En todo este tiempo, la dueña nunca la ha alquilado ni prestado a amigos o conocidos, explicó su abogado, Fernando Caballero, y el hombre encargado de su mantenimiento que fue quien interpuso la denuncia.
Cuando este advirtió que alguien había ocupado la vivienda al ver una luz encendida en una de sus revisiones quincenales, la mujer que estaba dentro le dijo que la había alquilado, pero no disponía de contrato ni sabía quién le había facilitado el alquiler. Tras poner la denuncia, relató el encargado de mantenimiento, la mujer acordó con la Guardia Civil que abandonaría la casa junto a su pareja y sus dos hijos en el plazo de cinco días, lo que no llegó a suceder por lo que las diligencias continuaron hasta que ayer se celebró el juicio.
La versión que explicó al diario
El caso, aparentemente, ofrece pocas dudas o ninguna, como advirtieron tanto la acusación particular como la fiscal. El silencio de los acusados al negarse a declarar es del todo significativo aunque la mujer había manifestado a este diario que había sido la pareja de una amiga quien le había facilitado las llaves para que se quedaran en la casa.
El abogado del demandante agradeció la celeridad con la que el juzgado 2 había completado el proceso para que el juicio se celebrara con prontitud debido al estado de ansiedad que le había provocado saber que su casa, con todas sus pertenencias personales, había sido ocupada.
El apunte
La defensa esgrime falta de legitimación activa en la demanda
Manuel Pecharromán, abogado de la pareja de demandados por usurpación ilegal, pidió que la nulidad del proceso antes del inicio del juicio por falta de legitimación activa en la demanda. Se refería a que no era la dueña de la casa la que había denunciado «sino el supuesto encargado de mantenimiento, cuyo trabajo tampoco ha sido acreditado». Fiscal y jueza desestimaron esta alegación y el juicio se celebró. En las conclusiones finales, el letrado reiteró que el caso estaba viciado desde su inicio por el mismo motivo, por lo que solicitó su archivo. Dijo que al hombre acusado debe ser absuelto porque ni siquiera fue reconocido por el demandante, y apuntó que el hecho de que la propietaria tenga 89 años no le exime de que debía ser ella la que presentara la denuncia.