El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Maó ha admitido a trámite la denuncia presentada por el Colegio Oficial de Médicos de Balears contra la doctora Nadiya Popel, hasta el pasado septiembre médico de urgencias del Hospital Mateu Orfila.
La junta de gobierno de la institución balear tomó la decisión de judicializar el caso de la controvertida profesional, contraria a las vacunas de la covid-19, para preservar la seguridad de los pacientes que trata, una vez le hubo comunicado la expulsión cautelar por 24 faltas muy graves, adoptada el 27 de septiembre.
El expediente incoado a la doctora se resolvió dos meses después, el 30 de noviembre, con el fallo que confirmaba su expulsión colegial «por la gravedad de los hechos y el grado de intencionalidad». El recurso de alzada presentado por su abogado el 21 de diciembre ha quedado suspendido mientras no finalice el procedimiento penal seguido ante el Juzgado 3 de Maó, al que se ha sumado la Fiscalía.
La doctora ha sido citada a declarar en sede judicial el 8 de febrero, como investigada sobre «sustancias nocivas para la salud», que forman parte del argumentario del Colegio para haber resuelto su expulsión. La médica fue denunciada por administrar productos tóxicos a pacientes con graves cuadros oncológicos, además de elaborarlos y venderlos ella misma.
De acuerdo con la denuncia, «Popel se aprovecha de su condición de médico y la vulnerabilidad de pacientes para convencerlos de que con los tratamientos de dióxido de cloro podrán mejorar el cáncer que padecen». La abogada del Comib acompaña fotografías y vídeos a la denuncia subidos por la propia doctora a distintos canales de telegram.
La denuncia fue presentada en un juzgado de Palma, que se inhibió y fue enviada al nùmero 3 de Maó donde se han incoado las diligencias previas. En esencia contiene las mismas causas que incorpora el expediente sancionador.
Se referían a la utilización de los productos que administraba a sus pacientes (dióxido de cloro, agua oxigenada o disolvente industrial) sin base científica, no autorizados, de origen poco claro (envases con la etiqueta escrita a mano) o elaborados de forma casera como en el caso del llamado ‘ormus'.
Además se consideró que la doctora realiza publicidad de productos, no concede respeto a la dignidad de sus pacientes al exponer su imagen en los vídeos, y que carece de capacitación y competencias para abordar el manejo del cáncer, como médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
TotPotSerQue sí, que sí, que vosotros sois los más listos del mundo que veis el bosque completo mientras que el 99% de la humanidad es tonta y solamente ve el pino que tiene delante. JAJAJA, ¡qué pedrada tenéis en la cabeza, tío!