El estado de shock en el que todavía se encuentran los cuatro adultos y dos menores, todos ellos integrantes de una familia de origen suizo, que el domingo naufragaron a una milla de Cala Mesquida, en Maó, tiene su justificación por la sucesión de incidencias, a cual más traumática, que tuvieron que sufrir durante un tiempo eterno.
La irreparable entre todas ellas fue el fallecimiento del patrón, un hombre español, de 60 años de edad, ajeno a la familia, que era quien pilotaba la lancha alquilada en la empresa Menorca Mar & Charter, del puerto de Maó, modelo Beneteau Flyer 8, con capacidad para 10 personas.
Fueron entre 45 minutos y una hora el tiempo transcurrido desde que, probablemente, una vía de agua acabara provocando el hundimiento de la lancha, y el espectacular rescate de cinco de las siete víctimas en el Helimer 220 de Salvamento Marítimo, movilizado desde Palma. La incógnita a despejar es si fue este hecho el que ocasionó que se fuera a pique por el impacto contra alguna roca sumergida en el entorno o bien si se trató de una avería de la embarcación.
Salvamento Marítimo recibió el aviso de Emergencias 112, que le había llegado a través de un particular, a las 13.03, al presenciar el naufragio desde su ubicación en tierra, en un punto de la cala mahonesa. Un minuto después se activaba el helicóptero en la base de Son Sant Joan y a las 14.00 llegaba a la zona del suceso para izar a cuatro de los seis tripulantes y al patrón, que ya se encontraba sin vida, informó ayer el organismo público.
Para entonces la lancha ya se había hundido aunque todavía podía divisarse la proa, por lo que los náufragos permanecían en el agua provistos de los chalecos salvavidas en una situación angustiosa por el oleaje, la baja temperatura del agua y el tiempo transcurrido.
El personal del helicóptero de Salvamento Marítimo rescató uno a uno a cuatro de los náufragos y también al cadáver del piloto de la lancha. En la aeronave, por tanto, tuvieron que compartir espacio el cuerpo del patrón y los cuatro tripulantes en el traslado hasta el helipuerto del Hospital Mateu Orfila. Los otros dos náufragos fueron rescatados por una embarcación dispuesta por la misma empresa de alquiler. También acudió al lugar del suceso el salvamar «Antares», de Salvamento Marítimo, pese a que los intervinientes en el auxilio directo fueron el personal del helicóptero y el de la otra lancha de la misma empresa.
Las adversas circunstancias provocaron a las víctimas un proceso de hipotermia, tanto a los cuatro adultos (dos mujeres y dos hombres), como a la niña de 10 años y a un adolescente de 16. Todos se hallan recuperados tras haber sido dados de alta en la mañana de lunes.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Menorca es la que lleva a cabo la investigación que tiene varios frentes abiertos. Junto al equipo de la compañía insular deberá adjuntarse el informe técnico que elabora el Servicio Marítimo, también de la Guardia Civil, desplazado desde la Comandancia de Palma, para conocer las causas del hundimiento.
Los agentes deberán determinar si la empresa cumplía con todas las medidas de seguridad para el alquiler de la embarcación en una jornada en la que había mala mar y fuerte oleaje, y recabar la información de sus propietarios.
Durante la mañana de ayer los adultos del grupo de turistas suizos acudieron al cuartel de la Guardia Civil, en la carretera de Sant Lluís, para prestar declaración que permita acelerar la investigación. La familia dispone de segunda residencia en la Isla por lo que miembros de ella suelen pasar varios meses al año en este domicilio.
También a lo largo de la mañana de ayer debía practicarse la autopsia al cadáver del patrón en el tanatorio de Maó.
El apunte
La víctima mortal ofrecía síntomas de hallarse indispuesto antes del suceso
El patrón fallecido, un hombre español de 60 años de edad, murió antes de ser rescatado por el helicóptero de Salvamento Marítimo por lo que pese a su traslado al Hospital Mateu Orfila, ya no pudo ser atendido.
Las fuentes consultadas por este diario, a falta de lo que determine la investigación de la GuardiaCivil, han señalado que el hombre ya habría dado síntomas de hallarse indispuesto durante la navegación antes de que se produjera el hundimiento de la lancha.
De la declaración de la familia suiza, la Guardia Civil podrá tener más elementos para la investigación, lo mismo que del resultado de la autopsia para saber si además del ahogamiento y la hipotermia pudo haber sufrido cualquier otro cuadro que motivara su fallecimiento.