«Llama a la Policía para que te encuentren muerto»: 90 minutos de amenazas en un hotel de Menorca

«Llama a la Policía para que cuando vengan te encuentren aquí muerto». Esta fue una de las frases que repetía el hombre de 52 años, natural de la República Dominicana, detenido el viernes en Cala en Blanes, por haber amenazado de muerte con un cuchillo y retenido, durante 90 minutos, a su compañero de habitación.

Los dos trabajan en la cocina de un hotel de la urbanización que también les proporciona alojamiento compartido en una de sus habitaciones. Según la denuncia presentada por la víctima, su compañero, con el que había tenido una buena convivencia hasta entonces, llegó al hotel sobre las 4 de la mañana y le recriminó que faltara agua y fruta de su pertenencia. El hombre sacó un cuchillo de su pantalón y empezó a gritar que le iba a matar, y que si se movía le atravesaría la garganta.

«Fue angustioso, me decía que llamara a nuestro jefe y le dijera que aquí iba a haber un muerto», una frase similar a la que le dirigió cuando le animó a que llamara a la Policía. Cuando pasaron unos minutos trató de levantarse y salir de la habitación, pero el otro se lo impidió asestándole un golpe con la mano en el cuello.

La retención se prolongó una hora y media, grabada en audio por la víctima, en la que siguió amenazándole con el cuchillo de 19 centímetros de hoja.

Transcurrido este tiempo, el agredido consiguió calmarle y su agresor, incluso, le pidió disculpas y acabó marchándose del lugar. Aún en estado de shock, la víctima llamó a otros compañeros del hotel ante el temor de que si salía de la habitación el otro estuviera cerca y volviera a agredirle. Fueron los otros trabajadores quienes avisaron a la Policía que acudió minutos después y logró localizar y detener al agresor en la misma urbanización.

El arrestado quedó en libertad provisional tras declarar ante el juez, aunque ha cesado en su trabajo al trascender lo sucedido. La dirección del hotel ha cambiado la llave de la habitación, ante el temor de que el agresor pueda regresar. «Yo ahora incluso tengo miedo de salir a la calle», dice la víctima que dos días después tuvo que ser trasladado al Canal Salat por ansiedad y estado de pánico como reacción ante una tensión extraordinaria.