El Ayuntamiento de Ferreries dio el visto bueno al plan de seguridad y salud que presentó la empresa Inmogestión RLD, para poder iniciar la obra encargada en el Colegio Castell de Santa Àgueda, en la que falleció uno de sus operarios, un hombre peruano de 55 años, tras precipitarse desde una escalera el pasado viernes.
El alcalde, Pedro Pons, lamentó ayer la muerte del trabajador e indicó que están a la espera del resultado de la autopsia y de las investigaciones de Trabajo y la Guardia Civil para determinar si fuera necesaria alguna intervención directa desde el consistorio.
Pons aseguró que el mismo viernes, junto al inspector de Trabajo, se repasó en el mismo centro educativo el plan de seguridad «y todo estaba correcto», afirmó, por lo que la obra de la que se encarga esta empresa debía reanudarse entre ayer y hoy. Su cometido es la reconversión de la casa del bedel en dos aulas y cuartos de baño.
Se da la circunstancia de que hay varias empresas constructoras trabajando al mismo tiempo en el colegio, aunque lo hacen en trabajos diferenciados.
El primer edil de Ferreries aguarda que la autopsia confirme qué sucedió, «porque la caída fue desde el tercer peldaño de una escalera, que no llega a un metro de altura», dijo, por lo que es posible, como se dijo desde el primer momento, que el operario hubiese sufrido algún desfallecimiento anterior al accidente laboral.
El médico y los sanitarios del 061 lograron reanimarle cuando ya había entrado en parada cardiorrespiratoria tras la caída, pero sin que tuviera reacción neurológica, lo que finalmente le llevó al fallecimiento el domingo, dos días después de su traslado al Hospital Universitario de Son Espases, en Palma.
Esto que mencionas de “copiar y copiar” son hechos reales, accidentes que se repiten constantemente debido a la ineptitud o la falta de previsión de algunos que, por creerse intocables o por simple despreocupación, piensan que nunca les va a pasar nada. Pero, por desgracia, ocurre más a menudo de lo que parece.