La playa de Alcalfar ha quedado abierta la mañana de este miércoles para el uso y disfrute de los bañistas después de que se consumara la operación que ha supuesto el reflotamiento de la barcaza hundida durante la madrugada del martes, lo que había obligado a su cierre por un vertido de gasoil.
La embarcación de 8 metros de eslora, propiedad de una empresa de buceo situada en s’Algar, ha sido reflotada en un trabajo ejecutado por otra empresa especializada del puerto de Maó que ha trasladado una zódiac y tres buzos.
El personal ha descendido hasta la ubicación de la barca, a unos cuatro metros de profundidad, para rodearla con varios globos que una vez plenos de aire han propiciado que acabara saliendo a flote. La propiedad de la embarcación aguarda ahora la revisión del perito para conocer las causas que provocaron su repentino hundimiento, al tiempo que tratará de recuperarla para su uso con vistas a la próxima temporada.
El gasoil de la sentina, filtros y tubos del motor salió a la superficie tras irse a pique el martes, lo que motivó la intervención de bomberos de Maó y Salvamento Marítimo para instalar una tela anticontaminante y absorber el líquido vertido al mar. Esta barrera fue retirada por los bomberos el mismo martes por la tarde, cuando ya las manchas de gasoil y el fuerte hedor estaban prácticamente disueltas.
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