El almacenamiento energético es un pilar fundamental para la transición energética y la descarbonización del sistema eléctrico. Una de las principales desventajas de las energías renovables es que estas dependen de los fenómenos atmosféricos para generar electricidad. Como sabemos, dichos fenómenos son impredecibles y es, en este punto, donde los sistemas de almacenamiento de energía se presentan como un aliado clave dentro del futuro de las energías renovables.
Existen diferentes sistemas de almacenamiento energético que ya hacen posible la transición total a las energías renovables. Entre ellos se encuentran diferentes opciones: almacenamiento de energía por gravedad, centrales termosolares y de bombeo reversible de agua, almacenamiento de calor en masa y las baterías. Siendo estos últimos los dispositivos más usados para almacenar energía en la actualidad. Las baterías de litio, por ejemplo, han sido imprescindibles en el ámbito del almacenamiento energético por su densidad energética y portabilidad, pero están limitadas por su ciclo de vida y por el impacto ambiental asociado a su extracción. En este contexto, surge el vanadio como una solución prometedora.
¿Qué son y cómo funcionan las baterías de flujo de vanadio?
El vanadio es un elemento químico resistente que se utiliza en aleaciones para fortalecer y mejorar la resistencia al choque y a la corrosión de otros metales. Las baterías de flujo de vanadio son un tipo de batería recargable que utiliza vanadio en diferentes estados de oxidación para almacenar energía. Se componen de dos tanques de solución líquida, separados por una membrana. Al cargar y descargar la batería, el vanadio se oxida o se reduce, permitiendo que los electrones liberados generen corriente eléctrica.
En contraposición a las baterías de litio, expertos del Área de Innovación de Enel Green Power España, la filial renovable de Endesa, afirman que «las baterías de flujo de vanadio almacenan energía eléctrica de forma electroquímica, como las baterías de litio, pero utilizando una configuración diferente y elementos distintos del litio, en este caso el vanadio».
La solución de almacenamiento que proporciona el vanadio puede compensar la intermitencia de la energía renovable, ya que almacenan energía en periodos de alta producción y la liberan cuando la necesitan. Su flexibilidad y escalabilidad hacen que sea adecuado para su integración en redes eléctricas modernas.
Son Orlandis, la mayor instalación de vanadio en Europa
Enel Green Power España, la división de renovables de Endesa, ha puesto en marcha en la planta solar de Son Orlandis, en Palma, una instalación de almacenamiento de energía renovable en baterías de flujo de vanadio. Dicha instalación, con una potencia de 1,1 MW y una energía acumulada máxima de 5,5 MWh, es la primera en España y la mayor batería hibridada de flujo reducción-oxidación con una planta fotovoltaica en Europa. En este proceso se ha contado con la colaboración de Largo Clean Energy, fabricante del sistema de carga VCHARGE±, líder de algunos de los sistemas de baterías de flujo de vanadio más avanzados del mundo.
El sistema de almacenamiento de Son Orlandis es una batería innovadora que permite una alta flexibilidad y modularidad, evitando interrupciones del servicio y garantizando el suministro de energía limpia, incluso, durante los picos de demanda. Es un paso adelante hacia los sistemas de almacenamiento de larga duración, fundamentales para la gestión energética de Mallorca. El sistema de baterías de Balears contribuirá a que la red eléctrica sea más estable y adecuada para la penetración de las energías renovables, al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, y acelerando así el camino hacia la autosuficiencia energética de las Islas.