Por las redes sociales, un diario de tirada nacional, colgaba como noticia de reclamo el calendario laboral 2016: «Los macropuentes llegaron para quedarse». Contrasta esta información con el panorama político-electoral y la precariedad social, pues aún hay parados de larga de duración. Cuando leí esta información pensé que les haría muy feliz a las personas que están trabajando y no deben de preocuparse mucho por llegar a final de mes. Habrá otros que aprovecharán estos macropuentes para pedir trabajo eventual, empleo basura, Y otro dirá: «¿Cómo voy a disfrutar yo de esos días si para mí siempre son 'vacaciones con apuros'?». De las medidas concretas para ayudar a salir del paro poco hablaron los candidatos a la Presidencia Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos). Un debate en diferido, no era en directo, estaba grabado y (bien) editado.
No es necesario decir quién ganó el debate. Casi todas las valoraciones coinciden. Quiero detenerme más bien en el pisto que se dio La Sexta. Este formato de hacer debates abre un nuevo estilo, que ha de verse más a partir de ahora y que deja como antiguos los que estábamos acostumbrados a ver, como los históricos entre González y Aznar. Es mejor un lugar arbitrario a ser posible cerca del ciudadano, como un bar, que el de un estudio donde parece ser, según los entendidos de la cadena se sienten mejor y más cómodos. ¡Paparruchas! Si eres bueno lo serás en cualquier sitio para eso trabajan y entrenan para administrar a un país. Lo único que digo es que el bar está muy bien pero mejor hubiera estado si fuera en directo. Si no es así es más debate-programa porque siempre se ha de editar, es decir a cortar por aquí y por allá para cuadrar los tiempos. Seguramente la edición habrá sido meticulosa y fehaciente a la verdad de la esencia del debate, confío en Jordi Évole -que se estrena con su productora, se divorció de El Terrat; ahora es él quien se lleva los calés calentitos-, y me imagino que cuidó al detalle su programa de «Salvados». Y hablando de dinero, que no supieran ninguno de los dos qué dinero tienen en su cuenta, ¡vamos! saben más que callan. Con esa respuesta evidenciaban que tienen pasta los dos y que decirlo hubieran sonrojado al votante. Ya es un hecho acabo de constatarlo, escribo la palabra «debate» en Google y la primera noticia que sale sin dejar escribir más es de Atresplayer Rivera-Iglesias (grupo Atresmedia). Las palabras han dejado de ser palabras ahora son pura imagen política.