Si sigues la actualidad política de Menorca seguro que has notado la intensa actividad pública que tienen, sobre todo estas últimas semanas, nuestros representantes políticos. Y es que se acercan las elecciones municipales y autonómicas y hay que vender el producto y los logros de este mandato que está a punto de finalizar. Y es por ello que los diversos gobiernos organizan multitud de actos, inauguraciones, visitas de obras, presentaciones de proyectos…
Pero toda esta fiebre de actos institucionales preelectorales tiene una fecha de caducidad. Y es que a partir del 5 de abril la Junta Electoral Central ha prohibido actos de inauguración y campañas institucionales de propaganda y solo se permitirán campañas informativas «que resulten imprescindibles para la salvaguarda del interés público o para el correcto desenvolvimiento de los servicios públicos», pero sin «connotaciones electoralistas ni alusiones a los logros obtenidos por los poderes públicos».
Así, el martes es el último día en el que los políticos pueden organizar actos de este tipo. Y precisamente por esto, estos últimos días se han podido ver a nuestros gobernantes hacer auténticas maratones de actos oficiales.
Y para muestra, la agenda del Govern balear, en la que hace unos meses los actos diarios organizados no llegaban a la decena, y estos últimos días incluso algún día han alcanzado la veintena de actos repartidos en toda la Comunidad. Los miembros del Ejecutivo autonómico han estado muy presente en Menorca, consciente que cada voto cuenta, y más si es de la Isla en la que el voto (por cuestiones demográficas) tiene un mayor valor.
Desde mediados de marzo hasta este fin de semana, es decir en poco más de dos semanas, el Govern ha participado hasta en 22 actos en Menorca, cuando el año pasado por las mismas fechas apenas organizó o presenció cinco eventos. De los 22 actos del Govern en 18 días, la presidenta Armengol ha protagonizado seis. En estas últimas dos semanas han desembarcado en Menorca casi todos los consellers, concretamente 9 de los 11. Solo no han venido la consellera de salud, Patricia Gómez y la de Hacienda, Rosario Sánchez.
La actividad en otras administraciones, como el Consell y los ayuntamientos, también ha sido incesante, con presentaciones de proyectos y anuncios, así como el envío de comunicados para realzar sus logros. Incluso el Gobierno de España se ha movilizado, enviando primero al director general del Sepes para escriturar el solar de Vassallo de Maó y después a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para anunciar mejoras en el transporte aéreo y poner la primera piedra de la promoción de los pisos de protección oficial de Es Castell.
En cuanto a los actos ha habido de todo tipo, desde inauguraciones como la del Museo Marítimo Thalassa en Es Castell, el estreno de la Oficina Regenerate Menorca o la entrega de llaves de pisos del Ibavi en Maó, hasta las típicas asistencias a ferias o actos institucionales, como la Fira del Camp o Horeca. Han abundado también las visitas de obras de proyectos que todavía están en marcha, como las reformas del puerto de Fornells, el de Son Blanc de Ciutadella, el nuevo geriátrico de Maó que se construye en los cuarteles de Santiago, la ampliación del parque de Son Salomó o los trabajos de electrificación del polígono industrial de Alaior, a lo que hay que añadir muchos anuncios de futuro, como firmas de convenios para hacer más pisos sociales por ejemplo en Ferreries, comparecencias para ofrecer detalles del futuro geriátrico de Es Migjorn y el de Es Castell, para anunciar mejoras que se aplicarán en el transporte aéreo, para poner en marcha un nuevo servicio de atención domiciliaria en Sant Lluís o el anuncio de un plan para garantizar el suministro de agua potable en Maó.
Una fiebre de actos institucionales que llega a su fin, pero que dará paso a otra repleta agenda política, en este caso más (si cabe) partidista, que se traducirán con actos de partidos, mítines, reuniones y presentación de candidaturas. Y es que, por si alguien no lo había notado, quedan menos de dos meses para las elecciones.
Puro populismo, a menos de 2 meses toca salir a la calle para montar los circos, que por lo visto en 3 años y 10 meses no han tenido tiempo de hacerlo. El 28/5 pasaremos cuentas en las urnas.