Maite de Medrano, consellera de Vivienda, precisó ayer en la concentración por la unidad nacional celebrada en Maó contra la amnistía, que su aspiración ni es ni deja de ser coordinadora de su partido, Vox, en la Isla, tras la marcha de Xisco Cardona. «Aspiro a servir a España desde este rincón que es mi tierra, en el puesto que a Vox le parezca oportuno», respondió.
En declaraciones a este diario admitió que «estoy satisfecha, por supuesto» por el cese del que había sido su director insular, Ricardo Galí, tal y como había pedido al presidente del Consell. Sin embargo, sorprendentemente, la consellera rehusó valorar la decisión de Adolfo Vilafranca de nombrar como sustituto a Jaume Fedelich, en lugar de la candidata, Marta Oliver, que había propuesto ella misma al pedir la destitución de Gali. Dijo que la valoración de Vox a este cambio «es pública y conocida por todos», aunque se desconozca dónde ha aparecido.
Aseguró que lo sucedido entre los socios del gobierno insular no debe erosionar su relación, «esto es como un matrimonio, nos tenemos que adaptar y conocer, es lógico que haya un periodo de adaptación, es sano y necesario», añadió.
Inmersa en la concentración con la amnistía frente al local del PSOE, en Maó, De Medrano, defendió la unidad nacional y que sea la sociedad civil la que lidere este movimiento contra quienes vulneran «al poder judicial, la democracia y las libertades».
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