La dirección de la Payesa negocia a contrarreloj para dar una salida a la maquinaria, la marca y el personal dedicado a elaborar y comercializar queso con denominación de origen. Desde que hace un mes anunció que en enero dejaría de comprar leche para reorientar el negocio, el gerente Pere Pons Petrus ha mantenido contactos con diversas empresas, entre ellas un importante grupo menorquín que se habría interesado en el arrendamiento de las instalaciones y la marca. Una negociación marcada por la discreción y de la que están pendientes los ocho llocs que le suministraban 3 millones de litros de leche al año y los 13 trabajadores que tiene en plantilla.
La consellera insular de Economia, Maria Antònia Taltavull, dijo ser «optimista» y confía que en pocos días pueda anunciarse el acuerdo entre empresas que dé «solución» al problema.
La Payesa, que sirve queso con DO de marca blanca para una gran cadena de distribución, decidió parar la fabricación en un momento en que cuenta con stock suficiente para un año y cuyo queso tarda 14 meses en madurar. Pero 75 años y tres generaciones después, los planes de la familia propietaria ya no están puestos en el campo.
Explotaciones Pons Marín, que administra Pere Pons, estaría pensando en dedicar sus esfuerzos a la restauración y el alojamiento turístico. La sociedad, que facturaba dos millones y medio y producía 300 toneladas de queso al año, redujo sus ventas en 2022, meses después del fallecimiento de Miquel Pons Villalonga, hijo del fundador y que presidía el consejo de administración. Sus hijos tomaron el mando de Inversiones Pons Marín y han reactivado Medillamen SL, con sede en Barcelona, para invertir en otras sociedades.
Roberto CollPregunta como les fue a cada uno durante el Covid haciendo cuajada…..apoyados teóricamente por el Govern con una subvención….a ver como salieron los numeros. No es todo tan bonito…