La letra pequeña del decreto ley de medidas urgentes de simplificación y racionalización administrativa viene con sorpresa. El Govern ha aprovechado la nueva normativa para introducir –sin que haya trascendido debate alguno– importantes cambios en la Ley de Menorca Reserva de Biosfera.
El artículo 38 del decreto, que se publicó este martes íntegramente en el BOIB, modifica siete artículos, suprime otros ocho y añade una disposición adicional a la ley impulsada desde el anterior equipo de gobierno del Consell, que ya había sido revisada tanto por la Administración General del Estado, como por la propia Comunidad Autónoma para eliminar los puntos más conflictivos en el ámbito competencial.
Entre los cambios que el decreto ley introduce en la Ley de Menorca Reserva de Biosfera llama la atención la eliminación de cualquier mención al carácter vinculante de los objetivos marcados tanto en la Estrategia Menorca 2030 (el plan de transición energética que pretende alcanzar el 85 por ciento de renovables en esa fecha), como de la Agenda Urbana de Menorca, además de dar un paso más en la rebaja de las pretensiones de «dotar al Consell de más capacidad de intervención y de decisión» –así reza el texto que se ha suprimido– en la gestión de materias que afecten a la Reserva de Biosfera.
El decreto, que ya ha entrado en vigor, suprime asimismo tres nuevos organismos que la ley pretendía crear: el comité para la biodiversidad de la Reserva de Biosfera, cuyas funciones de asesoramiento al Govern deja en manos del Consell Científic de la Agència Menorca Reserva de Biosfera; la Oficina de Asesoramiento e Impulso del Emprendimiento, la Economía Colaborativa, la Agenda Digital y los Clústers; y la Autoridad Consultiva para la buena administración de Menorca como reserva de biosfera. Estos dos últimos organismos se eliminan sin alternativa.
En el ámbito de la protección del paisaje, la Ley de la Reserva queda modificada para suprimir el sometimiento de los proyectos, actividades y actuaciones a las normas que marque el Consell a través de las Directrices del Paisaje o de la Estrategia de Paisaje de Menorca para dejarlo en que se tendrán que ajustar «a las disposiciones legales en materia de paisaje».
El decreto ley también suprime las menciones a los combustibles en la central de Maó, añade la promoción «del estudio del menorquín como modalidad insular» y, en cuanto a la ordenación turística, cambia la alusión a la «coherencia con la capacidad de carga que se determine» para apostar por la fórmula, «ajustada a niveles de desarrollo coherente y a la realidad menorquina».
Este tipo de maniobras es la que hacen a diario los trileros con los vasitos y la bolita. Sin embargo, los políticos…. ¡Caramba!…. ¡Que coincidencia!. 🤣🤣🤣. (¿Se acuerdan del “pacto de la impresora”?).