La playa de Cala en Turqueta, al sur de Ciutadella, es el espacio natural elegido por el Govern para medir el grado de masificación que sufren los reclamos turísticos de Balears. El anuncio lo ha hecho este jueves el conseller de Economia, Antoni Costa, en la presentación de las cuatro cámaras que ya se han instalado en los accesos a la playa virgen de Es Trenc, en Mallorca, la primera donde se aplicará el denominado plan piloto de sensorización que permitirá medir la presencia de visitantes en tiempo real.
El plan continuará por Cala en Turqueta en Menorca y Ses Salines en Eivissa. Todos estos espacios naturales tienen en común la alta afluencia de visitantes que experimentan en los meses de la temporada. En el caso de la cala menorquina, el acceso por tierra está regulado por un aparcamiento que se cierra al público cuando llega al límite de su capacidad, pero también se puede llegar hasta allí por mar, en barcas de alquiler, golondrinas o por el Camí de Cavalls.
Estos dispositivos cuentan con diversos sistemas, como sensores de wi-fi y de paso, que permitirán evaluar tanto la cantidad de coches del aparcamiento como de personas en la playa. Entre otros parámetros, calcularán el número de teléfonos móviles que hay durante un periodo de tiempo en una zona concreta objeto de estudio.
«La puesta en marcha de este plan piloto se ha hecho a partir de la colaboración entre IB Digital y el Laboratorio IoTIB, de la Universidad de les Islas Baleares», ha destacado el Govern.
Saber si está lleno antes de ir
Costa ha subrayado la importancia de «obtener información para la toma de decisiones» sobre las restricciones al turismo masivo y ha apuntado que el próximo año se instalarán nuevos dispositivos de medición en otros espacios naturales.
«Pensamos en un futuro donde cualquier ciudadano pueda conocer en tiempo real el grado de congestión de cualquier espacio natural o playa», ha manifestado el vicepresidente del Govern.