El conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, anunció ayer que ha convocado a los promotores de los dos parques eólicos marinos que se impulsan en aguas de Menorca y al Ministerio para la Transición Ecológica a una reunión para que puedan exponer personalmente a los integrantes de los consejos social y científico de la Reserva de Biosfera los pormenores de ambos proyectos.
A título particular, Gornés defiende que la energía eólica marina tiene menor impacto que llenar el territorio de placas solares, y así lo ha expresado en el seno del consejo social, pero quiere extender el debate a todas las entidades implicadas y, con ello, a la sociedad menorquina «para que puedan opinar con fundamento» sobre estas iniciativas.
En este sentido, el conseller recuerda que la institución carece de competencias directas para regular estas infraestructuras en el mar, pero igualmente ha atendido la consulta realizada por el Ministerio y le ha hecho llegar sus consideraciones técnicas.
El Consell ya aprobó en marzo, a iniciativa del Grupo Popular, su compromiso de «trabajar con el Gobierno para avanzar en la exploración de la implementación de la energía eólica marina» en la Isla.
El Plan de Ordenación del Espacio Marino (POEM) del Ministerio para la Transición Energética prevé dos zonas en el nordeste de la Isla para instalar estos parques, con aerogeneradores que para garantizar la seguridad del tráfico aéreo no pueden exceder de los 170 metros de altura. Pese a ello, al menos el proyecto de Qair plantea instalar molinos de hasta 290 metros.
El apunte
Avisa al Ministerio que el proyecto afecta a la zona núcleo de la Reserva de Biosfera
El informe técnico que el Consell insular ha hecho llegar al Ministerio advierte que el proyecto «se sitúa en la zona tampón y núcleo de la Reserva de Biosfera» y que, por tanto, le será de aplicación la ley de la Reserva, que aboga por «mantener el buen estado ambiental y ecológico del medio marino, la protección de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos». Además, linda con el ámbito del Parque Natural de s’Albufera des Grau, lo que también debe tenerse en cuenta.
El área donde se promueve el proyecto -recuerda- se encuentra en la zona de alimentación y migración de la pardela balear, especie catalogada, y es próxima a una de las zonas de mayor probabilidad de presencia y densidad de cachalotes, por lo que cabe escuchar a la asociación Tursiops.
El escrito de respuesta pide también al Ministerio que consulte al sector profesional de pesca, «en especial a la cofradía de Maó», así como al consejo social y científico de la Reserva.
El Consell solicita además que el proyecto «visualice de forma conjunta» el trazado terrestre de la conexión a la subestación de Es Mercadal con la prevista por los otros proyectos de placas fotovoltaicas de Agrisolar y Menorca Renovables III.
Por último, pide que se hagan estudios específicos del riesgo climático de la obra, se concreten las infraestructuras del puerto de Maó donde se construirían y ensamblarían las infraestructuras del futuro parque marino y se evalúe cómo restaurar los ecosistemas que resulten afectados por el soterramiento de cables en el lecho marino.