La directora financiera de Bonnin Sansó explicó este martes que, pese a numerosas dificultades, la demora de licencias y la falta de una mayor seguridad jurídica, «desde hace un par de años han vuelto a aparecer promotores valientes». Citó como ejemplos a Neinor y Provalix, en Son Parc y Cala Corb. La forma de responder a la problemática de la vivienda pasan por incrementar la oferta.
Kerry Phillips explicó este martes como la empresa que se creó en 1988 ha llegado a tener cinco oficinas, una base de datos de 100.000 personas, 5 millones de visitas a su página web y más de 30 empleados en el equipo. Recordó con afecto como su padre, Juan Torres, empezó de constructor a los 21 años y vendió una parcela de Trebalúger, donde construyó nueve de los diez chalets. Al mismo tiempo, aprendía inglés. Hasta que Francisco de Asís Bonnin Sansó le propuso crear una inmobiliaria en Menorca como la que tenía en Palma. Abrieron la primera oficina en la Avenida Menorca. Su madre desarrolló un trabajo muy importante en los inicios. En su intervención recordó a muchas de las personas que han pasado por la empresa.
Como elementos clave de la filosofía de empresa citó: anticiparse a los cambios sociales, políticos y económicos; acompañar a los clientes en una relación de confianza; la formación continua y la convivencia fuera del trabajo.
Se refirió a la problemática de la vivienda y la «sensación de dificultad» que se ha instalado entre los promotores. Destacó los problemas de los jóvenes para comprar o alquilar una vivienda y planteó la necesidad de dar seguridad a los propietarios para el alquiler y ayudas para acceder por primera vez.