Considerable malestar, que en ciertos casos incluso se torna en indignación, entre los residentes de las urbanizaciones aledañas y pertenecientes al municipio de Ciutadella, con lo que definen como un mal servicio de recogida de basuras.
El origen del problema es logístico. La empresa que tiene la concesión para ejecutar el servicio, FCC -que otorga el Ayuntamiento- ha visto drásticamente reducida su flota de camiones de carga lateral (dos se quemaron y otro par están en reparación en el taller), ante lo que se optó, con el objeto de pragmatizar recursos y en lo posible mitigar la precariedad de vehículos, por retirar algunos contenedores y reagrupar otros en zonas más concurridas, lo que en principio facilita la ‘ronda’ de los trabajadores.
Dicha ‘reorganización’ se ha instigado solamente para las urbanizaciones, esto es que en ‘Ciutadella ciudad’ la medida no se ha llevado a cabo.
Sin embargo, una parte importante del vecindario de las zonas afectadas, además de no esconder su descontento con la coyuntura, en gran medida señalan al propio Ayuntamiento como responsable -y no subsidiario- de una situación que ya es muy complicada, en verdad de colapso, y que, ante el inicio de la temporada turística, casi inminente, apunta a agravarse todavía más.
«Esto es inconcebible»
Cala Blanca, Son Oleu, Cala en Blanes, Son Carrió, Cala en Bruch, Cala en Bosc... diferentes lugares para una reflexión común; «esto es inconcebible», según coinciden varios testimonios pulsados por este diario. Y las quejas no van únicamente orientadas a un «desastroso sistema», que apenas, por ejemplo, habría dejado «dos puntos» para depositar la basura en todo Son Oleu, indica un vecino de dicho lugar, que con tal de evitarse «la gran caminata» que ahora exige tirar la basura, prefiere cargar con la bolsa en el coche y vertirla en cualquier contenedor del casco urbano de Ciutadella. Y no es un caso aislado y sí muy reiterado.
Asimismo también contraría, y mucho, a varios vecinos, el nulo esmero de la gente -y el poco control de las autoridades- para con las zonas específicas para cartón, vidrio o plástico, «donde muchos» dejan la basura al uso, sin fraccionar en modo alguno, lo que implica asimismo un sobrecoste a la Administración y vendría a repercutir como un problema añadido a un escenario de por sí desolador.s.
Tirada en la calle
Asimismo, se ha extendido otra praxis; la gente deja la basura donde antes había un contenedor ahora retirado o reubicado en otra calle, por lo que esta queda en plena vía y por otra parte favorece la cría y proliferación de cucarachas u otros insectos, y de ratas, al margen de la propia suciedad y consiguiente mala imagen y olores que proyectan cantidades no menores de escombros.
En Cala Blanca, denuncia el vecino Pedro Torres, «hay muchos problemas». Crítico con que «solo nos hayan dejado tres sitios con contenedores», plantea una cuestión en la que también han reiterado otros de los preguntados.
«¿Acaso el Ayuntamiento no cuenta con otros vehículos o camiones de menor tamaño? ya podrían usarlos para ese servicio, esto cada día está peor, y ahora empieza a llegar gente de fuera, lo que implicará más basura, llevamos así varias semanas y nadie nos dice cuando se solucionará». En todo ello coincide otro convencino de la zona, que además incide en «lo llenas» que están las papeleras, y se pregunta, «¿alguna vez las vacían?».
Casi más crítico se presume el panorama en Cala en Bosc, «en verano, tras Maó y Ciutadella, el núcleo de la Isla más habitado», refiere el presidente de la asociación de vecinos del lugar, Ignasi Conesa, también decepcionado con la cantidad de basura sin reciclar que se deja tirada en puntos exclusivos para ciertas fracciones.
Y abunda, en clara dirección al Ayuntamiento. «Nos dicen que se ha quemado un camión... pero esto es una concesión, no debe pagar las consecuencias el usuario; que traigan un camión de donde sea, pero la empresa que tiene la concesión, debe cumplir el contrato. Así no hacen el trabajo y se les paga igual».
Lorenzo Pérez, vecino de Cala en Bruch, menciona por su parte «el mal estado» de los contenedores», casi rotos, más allá de «no entender» el incivismo de la gente que se deshace de los residuos en cualquier parte. «Regrupar por zonas no lo veo mal; pero ahora que mucha gente abre chalets y apartamentos, tira cualquier cosa en cualquier parte; da pena ver como está todo», concluye.
La basura, al parecer, sitúa a las urbanizaciones de Ciutadella al borde del colapso.
Si aquesta gent va amb es cotxu a aquest contenidors. Perque no directament ho duen al punt verd des polígon? Multa a aquesta gent que ens costa doblers a tots els ciutadans per les seves males accions.