La gentrificación, asociada a las zonas urbanas, también afecta a los puertos de Balears y el de Maó no es una excepción, los usuarios de amarres públicos, para barcos de pequeña eslora, luchan contra las grandes marinas y lo que denuncian es una privatización de la rada que avanza imparable.
«Existe una presión fortísima, en un contexto turístico como el del puerto de Maó, los precios de mercado son muy altos, hay mucha preocupación entre los usuarios, temen que llegue el momento en que no puedan pagar las cuotas y tengan que renunciar al amarre y vender su barca», afirma Antoni Barber, quien lidera la Asociación de Usuarios de Amarre de Gestión Directa del Puerto de Maó Es Jonquet.
Agrega que los que renunciarán a su afición al mar, «a salir a pescar al mar o a navegar con la familias son los menorquines», residentes principalmente en Maó y Es Castell.
Después de conocerse que Autoridad Portuaria saca a concurso los pantalanes frente a la lonja de pescadores, Es Jonquet ha decidido unir fuerzas con otros usuarios de Balears que afrontan una problemática similar. En el II Foro Gaceta Náutica, dedicado a la náutica social, representantes de la entidad menorquina entablaron contacto con la Plataforma de Amarre Social del puerto de Palma, que defiende los amarres sociales del Club Náutico del Portitxol, que pasarán de la gestión directa de Autoridad Portuaria a la de la empresa que gane el concurso abierto. La preocupación es compartida.
La plataforma mallorquina cuenta con un millar de miembros directos y en el caso de la asociación Es Jonquet, hay 150 socios y más de un centenar de simpatizantes, afirma Barber, además de «una lluvia de solicitudes» de información y adhesión de «gente que ve venir que puede perder el uso de los amarres al sacarlos a concurso para que los gestionen las marinas».
Antoni Barber y José María Zardoya, ambos de Es Jonquet, se reunieron en el foro con Llorenç Riutord, uno de los portavoces de la Plataforma de Amarre Social del puerto de Palma. Todos ellos muestran su malestar y afirman que colaborarán para frenar la privatización de amarres y la expulsión de los isleños del acceso al mar, vendido a grandes náuticas.
Malestar por los precios en la Ribera Norte
Varios usuarios de base de los amarres de la Ribera Norte del puerto de Maó, que desde hace unas semanas explota la empresa La Azulona 2023 bajo la marca Marina del Rei, han expresado su malestar por lo que, explican, ha sido un aumento de las tarifas que pagan por su amarre. Comentan que los incrementos son muy significativos, pasando por ejemplo de alrededor de 4.000 euros anuales a unos 6.000 euros.
Desde Autoridad Portuaria de Balears explican que las tarifas máximas que puede aplicar el concesionario de los amarres son públicas y están sujetas a las bases del concurso público. Es más, apuntan que estas tarifas máximas se han reducido a la mitad en las embarcaciones de menos de ocho metros de eslora y se mantienen entre ocho y quince metros de eslora.
Los usuarios consultados aseguran que esto no es contradictorio, puesto que la nueva concesionaria, comentan, ha dejado de aplicar algunos descuentos y, además, siempre según su versión, cobra más por conceptos complementarios. Un amarrista ha decidido irse a otro puerto, afirma.
Ara realment se estan destapant realment com son aquest menorquins