El puente del Lago de Cala en Bosc vuelve a estar abierto al paso de peatones, después de cinco días cerrado en plena temporada comercial estival. La reapertura se ha producido después de una intervención de urgencia, para evitar desprendimientos en la parte inferior del puente y de haber mejorado el espacio transitable.
La infraestructura portuaria ha mejorado su estética, con la mano de pintura que se ha dado a los muros y el material aislante en el pavimento.
Los comerciantes de la zona comprobaron el sábado como se retiraban las vallas, después de unos días complicados para los negocios, que vieron reducir considerablemente su facturación, hasta un 90 por ciento según declaraban a mitad de semana en este diario. Lamentaban que el mal estado de la estructura es conocido desde hace varios años y que se hubiera esperado al verano, cuando era evidente la degradación, con los forjados del hormigón del intradós a la vista.
Un informe municipal del 15 de julio condicionó su apertura este verano a la realización de mejoras de urgencia, cubrir la malla metálica de debajo del puente para evitar desprendimientos que afectaran a las embarcaciones, y en la parte superior, tapar desperfectos en muros y suelo y aplicar una capa aislante, según informaron desde Ports.
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