El Ayuntamiento de Ciutadella ha reducido la presión del agua que abastece al casco antiguo, el entorno de las plazas de Es Born y Es Pins, Santa Bárbara, Sa Quintana, Sa Farola y el Paseo Marítimo sin previo aviso a la población, originando múltiples quejas vecinales. El «hilo de agua» que les llega, aseguran, es insuficiente para poder llevar a cabo todas las actividades y necesidades cotidianas, dificultando en muchos casos el uso de agua para ducharse o cocinar.
El concejal de Aguas, Miquel Ametller, dice comprender las molestias, que espera solventar «lo antes posible». Lo cierto, no obstante, es que la situación se arrastra ya, al menos, desde el pasado viernes. Ese fue el primer día, según Ametller, en el que empezaron las pruebas para ajustar la presión del agua a las necesidades reales de consumo de Ciutadella, una medida que se ha empezado a implantar a mediados de septiembre para no afectar el normal desarrollo de la temporada turística.
Ametller explica que en 2006 se instaló una válvula reguladora de la presión del agua que no llegó a utilizarse porque la población a la que servía era sensiblemente inferior a la actual. Así que ahora, transcurridas casi dos décadas desde entonces, sí se ha visto necesario reactivar su funcionamiento, para lo que se ha contratado a una empresa especializada que, desde hace una semana, regula la presión para dar con la más adecuada que ayude a reducir las fugas y el consumo de agua en el municipio.
Pese a las molestias que ha ocasionado, la medida ya ha surtido efecto, pues se han rebajado las fugas, que actualmente afectan al 23 por ciento del suministro, y se han ahorrado unos 800 metros cúbicos (toneladas) de agua al día.
Una fuga al día
De forma complementaria, el Consistorio acaba de contratar a la empresa Prestación de Servicios Serviher SL para que inspeccione con sistemas de detección acústica los 165 kilómetros de la red de abastecimiento y así pueda detectar más fugas y garantizar una gestión más eficiente del agua. La campaña tiene un coste de 18.148 euros.
De hecho, fuentes municipales aseguran que las brigadas trabajan al menos una vez al día en reparar pérdidas, como la que ayer mismo afectaba a la céntrica calle de Maria Auxiliadora.
En paralelo, se busca controlar el suministro de los 48 grandes consumidores, establecimientos turísticos a los que se requiere que presenten, antes de un mes, su propio plan de uso eficiente del agua.
«No estamos en una situación tan alarmante como otros municipios», asegura el concejal, «pero conviene ir regulando el consumo para hacer descansar los pozos más castigados».
Hasta aquíY tus comentarios repetitivos, cansinos y deprimentes traen aburrimiento, hastío, cansancio y esa sensación de que debes de ser un sujeto amargado, despreciable y algo fantasioso.