La intervención que estaba prevista en el Fonduco, en el puerto de Maó, para asegurar la zona en la que se había producido el último desprendimiento de rocas a mediados del pasado septiembre deberá tener una mayor dimensión, a tenor del estado que presenta el despeñadero situado en el término municipal de Es Castell.
Una vez realizadas las primeras tareas de desbroce, la empresa encargada de los trabajos ha constatado que es necesario vaciar varios tramos hasta la superficie para asegurar que no se vayan a producir nuevos incidentes. Han comprobado que existe el peligro de que puedan precipitarse otras rocas en ese recóndito lugar de la rada mahonesa, con el riesgo que supone para residentes, vehículos y transeúntes.
De esta forma los operarios de M.Polo, la constructora que realizará la intervención acordada por Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de Es Castell y la propiedad de la finca donde se produjo el suceso, deberán proceder a la retirada de varias rocas y al desbroce de la vegetación crecida en el acantilado. Además, se hace imprescindible acometer la extracción de las raíces que constituyen una de las causas principales de los movimientos que acaban en desprendimientos hacia la carretera.
Cierre al tráfico de 9 a 2 horas
Una excavadora será la que lleve a cabo estas diferentes intervenciones, en principio, durante el lunes y el martes. El Ayuntamiento de Es Castell, ha informado el alcalde, Lluís Camps, ha indicado que entre las 9 y las 14 horas de estos dos días el tráfico rodado quedará cortado para acceder a la zona del Fonduco y permitir el trabajo de operarios y maquinaria.
El último desprendimiento de rocas que acabaron sobre el asfalto, ocurrido en la noche del 14 de septiembre en este enclave del puerto, volvió a mostrar el mal estado en el que se encuentran algunos tramos del acantilado del puerto de Maó, con el consiguiente riesgo que supone para los vecinos y visitantes.