Pau Salord, uno de los productores y ganaderos afectados, se ha quedado sin servir las 60 lechonas y cochinillos al horno que había pactado llevar esta noche a otros tantos domicilios particulares para la celebración de la Nochebuena. Cada una iba a venderse a 90 euros, pero asegura que las pérdidas para su empresa Explotación Porcina Extensiva son incluso superiores a los 5.000 euros. Algunos encargos los ha podido derivar al Fin de Año, «pero solo unos pocos. Me he tenido que forrar la cara para explicárselo a los clientes». El ganado porcino ha tenido que ser devuelto a su finca a la espera de que la semana que viene, a pocas horas de la Nochevieja, pueda darle una salida comercial.
«Estamos disgustados, esto es un desastre», afirma Salord, quien no termina de entender «cómo puede averiarse una pieza sin tener recambio habiendo invertido tanto en la puesta a punto de la instalación. Pero tampoco hay derecho que en Maó nos dejen también colgados».
Granges Caules, el mayor criador de pollos de Ciutadella, también se ha quedado sin las 650 aves que el lunes tenía previsto sacrificar en el matadero. Acumular de golpe tantos animales vivos sin colocar ha dejado a los clientes sin pollo, con las consiguientes pérdidas económicas que eso ocasiona. «Ya veremos si podemos recuperar las ventas en Fin de Año», aseguran desde la empresa.
En todo caso, la afectación de la avería ha sido más particular que en los restaurantes. Los contactados ayer por este diario ya habían hecho sus encargos con anterioridad y mantienen su oferta de menús para llevar o para comer en el local en estas fechas.
Pésima gestión de los ayuntamientos socialistas de Mahón y Ciudadela, y peor aún su actitud infantil de culpar al Consell de todo. ¿Dónde están Héctor y LorenSito? Que den la cara ante los afectados por su negligente gestión.