Mañana de tensión y nervios la vivida este viernes en Maó. Una treintena de personas se concentraron desde primera hora de la mañana frente al edificio de la calle Fort de l’Eau, donde una familia vulnerable se enfrentaba a un posible desahucio, que finalmente no se produjo.
Aunque en un primer momento el propietario había considerado la posibilidad de conceder una prórroga de 30 días a la familia, finalmente el plazo se redujo a la mitad, por lo que los tres miembros de la familia tienen ahora hasta el próximo 15 de enero para salir del piso. En caso de no hacerlo, el desalojo se llevará a cabo el día 16 de enero.
La amenaza de desahucio ha provocado la reacción de los miembros de la Plataforma per l'Habitatge Digne de Alaior, a los que se han unido vecinos de la zona, quienes han acudido con pancartas con lemas en favor del derecho a la vivienda. También se ha presentado una dotación de la Policía Nacional, que no ha tenido que intervenir en ningún momento.
Sin alternativa habitacional
A pesar de que en un principio el propietario había aceptado retrasar el desahucio hasta el 30 de enero, finalmente el plazo se ha reducido hasta el 15 de enero, un hecho que Ascensión Sintes, una de las inquilinas, atribuye al hecho de haber hecho pública su situación.
Sintes, que vive con su padre de avanzada edad y con su hermana, que necesita una silla de ruedas para moverse a causa de una lesión medular, ha asegurado que desde 2013 han pagado de manera puntual un alquiler de 600 euros, pero que el propietario se ha negado a renovarles el contrato.
En declaraciones a los medios, Sintes ha afirmado que los informes de los Servicios Sociales no son correctos y que se encuentran en una situación efectiva de vulnerabilidad. «No es justo lo que se está haciendo», ha lamentado.
La familia también asegura que, en estos momentos, no tiene ninguna alternativa habitacional. «Si alguien tiene una casa, se lo agradeceríamos, pero a precios normales», ha pedido Sintes.
Asimismo, ha reclamado una ayuda real por parte de las administraciones para encontrar una solución a su caso. «Desde el Ayuntamiento me dijeron que, si nos echaban, nos ayudarían con un hotel, y desde el Consell nos han dicho que no tienen nada y que nos busquemos un apartamento, aunque sea caro, y que nos intentarán ayudar durante un tiempo. Pero todo esto no es una solución», ha lamentado.
Desde la Plataforma per l’Habitatge Digne han exhibido pancartas con lemas como «Volem habitatge per a tothom», «Menorca zona tensada ja» o «Volem un futur per als joves», y han hecho un llamamiento a dejar velas frente al edificio «como señal de solidaridad con una familia que está a punto de ser desahuciada».
Hagámos números: 1.- Gastos anuales: IBI + Basuras + Comunidad + Alguna derrama (siempre hay alguna) + Algún desperfecto que corresponda al propietario y no cubra el seguro + Seguro Hogar. 2.- Un cantidad mensual de beneficio para el propietario. ¿Les parece bien 200 euros mensuales? 3.- Deduzcan el importe final de un "alquiler normal". 4.- Y los inquilinos tienen además que pagar agua y electricidad. 5.- Esta es el coste de la vida. Existen opciones más baratas... Pero no son vida.