La DANA dejó a su paso por Es Mercadal 194 litros por metro cuadrado en solo cuatro horas. Una cantidad ingente de lluvia que desbordó el torrente que cruza la localidad del centro insular, causando graves perjuicios en muchas calles del pueblo.
Estas precipitaciones tuvieron lugar entre las 14 y las 18 horas, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, siendo a las 16 horas el momento de mayor intensidad, con una precipitación de 78,4 litros por metro cuadrado.
Hasta las calles de la localidad llegó en cascada una gran cantidad de agua procedente de El Toro, quedando anegados los alrededores del Molí des Racó.
El torrente no pudo acoger todo el flujo y se desbordó a lo largo de su recorrido, llevándose por delante vehículos que estaban estacionados en los márgenes. De hecho, dos turismos y una furgoneta acabaron en el lecho del torrente, rompiendo los muros y quedando un cuarto automóvil colgando sobre la pared.
Por suerte, como manifestaba luego el alcalde de Es Mercadal, Joan Palliser, no hubo que lamentar heridos, tan solo daños materiales, tanto en viviendas, como en numerosos vehículos que quedaron inundados o arrastrados por las fuertes corrientes que se produjeron.
La fuerza del agua hizo que quedaran anegados muchos bajos de viviendas, garajes y locales. Hubo sótanos que «han acumulado dos metros de agua».
En un principio se barajó la posibilidad de alojar en el polideportivo municipal a familias afectadas por la riada, pero al cierre de esta edición «parece que no será necesario», señalaba Palliser, y se optó por otras alternativas. Fue el caso de «una pareja de personas mayores, que han sido alojadas en una habitación que había libre en el geriátrico, así estarán mejor atendidas».
El apunte
Más de 100 litros llenan el torrente de Ferreries con el temor del desborde
El precedente de hace tres años elevó la alarma en Ferreries, pero finalmente el cauce del torrente no se desbordó y aogió los 104 litros que cayeron. El alcalde, Pedro Pons, explicó que el agua llegó prácticamente hasta arriba, pero sin llegar a rebosar y en unas horas el nivel descendió, evacuando el caudal hacia el barranco de Trebalúger.