Los vecinos del Camí de Baix, de Ciutadella, están «indignados» por la demora «injustificable» que acumulan las obras de remodelación de la calle. A cargo de la constructora Antonio y Diego SA, tenían un periodo de ejecución de cinco meses y debían estar listas en abril, antes de la temporada turística. Sin embargo, los plazos se superaron ampliamente y desde agosto «no se ha hecho nada más».
Estas son afirmaciones de varios vecinos, que se muestran muy molestos por el retraso de las obras. «En esta calle no se había hecho nada en cuarenta años, y ahora que se hace, nos tienen más de un año con molestias», reprocha una vecina que lamenta «la piscina que se forma delante de casa cada vez que llueve» al no haberse completado la actuación.
Son varios los trabajos que quedan pendientes, por ejemplo, completar las acometidas de luz del alumbrado público; cubrir los agujeros que hay delante de cada domicilio, que están tapados con «tablas que son peligro de caídas»; reparar arquetas mal colocadas; solucionar las deficiencias en barandillas que tienen aberturas demasiado grandes, con el peligro que representa en un acantilado; o el arreglo de las calles perpendiculares, Àngel Ruiz i Pablo y República Argentina, donde las conexiones con el Camí de Baix presenta irregularidades.
Asimismo, los vecinos critican que la intervención ha causado desperfectos en los portales, «han roto zócalos y entradas de casas».
Explicaciones
Recientemente, varios vecinos han expresado su malestar ante el Ayuntamiento, «nos dijeron que estaban pendientes de Endesa, pero igual ni es cierto», dudan los residentes, que insisten en denunciar que «las obras tenían que estar listas en abril, estuvimos todo el verano con molestias y desde hace medio año no ha venido nadie más para acabar el trabajo».
«Nos dijeron que estaban a punto de solucionarlo, porque había desacuerdo con el constructor», relatan estos residentes, quienes exigen celeridad para completar el proyecto. De hecho, estas explicaciones, así como la gestión pendiente con Endesa, ya las ofreció en «Es Diari», el 2 de noviembre, el concejal de Obra Pública, Miguel Ametller, quien se refirió a las reuniones que tenían que celebrarse con la empresa para desencallar la situación.
La reforma del Camí de Baix supone una inversión de 1.262.550 (IVA incluido). Durante la ejecución de las obras se introdujeron modificaciones en el proyecto, que motivaron un incremento del coste en 189.000 euros. Por otro lado, en junio el Consistorio abrió un primer expediente sancionador, por valor de 30.526 euros, por la demora acumulada, entonces de 49 días. Cuantía que debía ir incrementándose a razón de 622 euros por cada día de más.
LuchoQue no se entera usted ¿o no sabe leer? que el PP puso una sanción de 30.526 euros, a razón de 622,99 euros por cada uno de los 49 días de retraso que la constructora sumaba entonces, y se determinó, mantener esta penalización por cada día que se retrasase. La historia, es que Llorenç Ferrer, alcalde del PSOE y representante del tripartito de izquierdas y extrema izquierdas, no quiera cobrarla y la condone. Pero nos tendrá que explicar a los ciudadanos ¿porqué?