La reconversión del antiguo Hospital Verge del Toro en un centro sociosanitario transcurre por un laberinto que no solo ha doblado su coste inicial hasta algo más de 30 millones de euros, sino que, en el mejor de los casos, sitúan el horizonte para su reapertura más allá de los 20 años después de su cierre ocurrido en 2007.
El pasado 30 de junio se cumplió un año desde que los trabajos de la segunda fase quedaran paralizados. Las deficiencias estructurales detectadas en el inicio de esta fase afectaban a todo el edificio lo que obligaba a licitar un nuevo contrato puesto que Acciona renunció a seguir adelante con el existente al no poder asumir la magnitud de la intervención, explicó en abril de 2024 el director general del IB-Salut, Javier Ureña.
La licitación del nuevo documento se había anunciado desde la Conselleria de Salud para el otoño del pasado año, pero todavía no ha visto la luz. Lo hará de forma inminente, aseguran fuentes del mismo organismo público, por lo que es fácil prever que será más cerca de final de año cuando las obras se reanuden una vez cumplidos los diferentes plazos de la tramitación.
La web del Govern anuncia ya que el proyecto del Hospital Verge del Toro para la reforma interior del edificio y adaptarlo a una infraestructura de atención intermedia, con especial énfasis en la asistencia al paciente adulto y pediátrico con dolencias crónicas complejas o avances, supone una inversión estimada de 25 millones de euros y prevé su puesta en marcha en el tercer trimestre del año en curso.
Esta suma tiene descontados los 3 millones que corresponden al 15 por ciento de la obra ya ejecutada, básicamente, con la construcción de terrazas exteriores para futuros residentes y visitantes, que fue la realizada por la anterior concesionaria.
Mientras, el imponente edificio que corona el skyline del puerto, entre las calles Barcelona y Passeig Maritim, mantiene una presencia exterior todavía aseada puesto que la recuperación de la fachada supuso la primera fase de la gran obra, en 2020, pero la degradación de su entorno progresa. Las vallas metálicas se doblan, se rompen los plásticos protectores y la vegetación crece a su alrededor tras 13 meses sin la más mínima intervención.
Si se cumplen los nuevos plazos la renovada infraestructura sanitaria, que tendrá una superficie de 9.207 metros cuadrados con capacidad para entre 60 y 90 personas para la población de Menorca, habrá acumulado una demora de al menos tres años, puesto que su inauguración estaba prevista para finales de 2024. Habrán transcurrido entonces 15 años entre tramitación y ejecución del proyecto tras el cierre del antiguo hospital en 2007.
La segunda fase, que es la que continúa pendiente, arrancó en 2022. Consiste en la reforma interior y la ampliación de los laterales, adjudicada en principio a Acciona por 14,5 millones de eruros. Cuando se tiraron paredes y otros elementos la estructura quedó a la vista, resultando que todos los forjados necesitaban refuerzo, también los pilares y las jácenas para absorber la nueva carga de todas la plantas, de ahí que el edificio precise un refuerzo estructural completo. ¿Cuándo será realidad?
Las claves
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La web del Govern anuncia el reinicio en el tercer trimestre
La web del Govern anuncia que las obras se reanudarán en el tercer trimestre de este año, o al menos esa es la previsión, que difícilmente se cumplirá ya que deberán consumirse los plazos de la tramitación una vez se haga pública la licitación.
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Degradación del entorno por la falta de intervención
La paralización de las obras hace 13 meses suponen la degradación del entorno del antiguo hospital, aunque no sea ese el problema más grave. Las vallas se doblan, crece la vegetación y los plásticos protectores se rompen.
LLEVANT: Dalt Sant Joan, hospital militar, Verge del Toro y Mateu Orfila. PONENT: Canal Salat.