Los dos menores que llegaron a las costas de Menorca a bordo de la embarcación de Salvamento Marítimo se quedarán a residir en la Casa de la Infancia que gestiona el Consell en Maó hasta que sean mayores de edad. Uno de ellos, el que no fue hospitalizado, ya está en el centro. Con él, la institución insular tiene a cargo en estos momentos a siete menores migrantes. El ingreso del otro menor llegado el viernes, que ayer seguía en estado muy grave en la UCI del ‘Mateu Orfila’, se producirá en cuando reciba el alta.
Los otros nueve migrantes serán trasladados la Península en el menor plazo posible. Según las últimas informaciones facilitadas por el Área de Salud de Menorca, tres de ellos continuaban ayer ingresados en planta del hospital. Los adultos no hospitalizados pasaron la primera noche en las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional en Maó y a lo largo del día de ayer las distintas administraciones trataron de encontrar un lugar en el que poder albergarlos hasta que, en principio hoy, se proceda a su traslado. Las viviendas que gestiona el Fons Menorquí de Cooperació para estos supuestos se dedican a albergar mujeres, por lo que la alternativa se descartó. Finalmente el Ayuntamiento de Maó ofreció su Casa de Acogida, donde pasaron la noche a la espera de volar a un centro de acogida en la Península.
Responsabilidad
El presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, y la máxima responsable de Bienestar Social, Carmen Reynés, estuvieron ayer visitando a los migrantes. Vilafranca lamentó que el Gobierno no responda desde hace meses a la petición balear de que Frontex vigile la ruta Algeria-Balears y llamó a hacer un trabajo de diplomacia: «Algo pasa cuando todos vienen de Algeria y el estado de allí no hace nada». Por su parte, Reynés, destacó que «se habla de solidaridad y la hay, pero es muy importante la responsabilidad de acoger bien a los menores y la humanidad de no permitir que se jueguen la vida en el mar».