La protesta contra la modificación del Plan Territorial Insular (PTI) se trasladó este lunes al pleno extraordinario celebrado en la sede del Consell. Fue una de esas sesiones que pueden considerarse históricas, principalmente por el lleno absoluto que registró la sala, lo que obligó a muchas personas a seguir la sesión de pie.
La expectación generada por la convocatoria, promovida por PSOE y Més per Menorca para forzar al presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, a explicar su proyecto de modificación del PTI, atrajo hasta la sala de plenos a simpatizantes de ambos bandos.
Los partidarios del PP llegaron con antelación y ocuparon estratégicamente las primeras filas de la sala. Entre ellos se encontraban varios cargos públicos, como el senador por Menorca, Cristóbal Marqués, o los alcaldes de Alaior, Es Castell y Es Migjorn, además de numerosos concejales.
Los populares respondieron así al llamamiento que se había lanzado desde la izquierda y entidades como el GOB, que habían animado a sus simpatizantes a acudir al pleno con camisetas reivindicativas. La convocatoria tuvo éxito y la asistencia fue numerosa.
Durante el pleno ambos bandos exhibieron numerosas pancartas. Desde la izquierda se mostraban mensajes como: «Qui estima Menorca no la destrueix», «El camp per a la pagesia», «Menys ciment i més aigua per la gent» o «Ni més favors per als rics ni un PTI per als amics», entre otros. Por su parte, los afines al PP insistían en sus carteles con los mensajes «No a un PTI per a rics de s’esquerra» y «Sí a un PTI per tots es menorquins».
Abucheos y silbidos
La expectación generada tuvo su reflejo durante el debate, que transcurrió entre momentos de tensión, con aplausos y silbidos que obligaron a realizar varias llamadas al orden. Desde la bancada de la izquierda se abucheó al conseller Joan Pons Torres cuando afirmó que la campaña contra el PTI solo pretendía tapar «las vergüenzas de un PSOE cubierto de corrupción», o al mencionar al ministro nazi de propaganda Joseph Goebbels para acusar a la izquierda de mentir.
La exconsellera de Vox, Maite de Medrano, quien se encaró con los presentes, también se llevó silbidos cuando acusó a una parte de la izquierda de legitimar la violencia contra quienes piensan distinto. Sus palabras fueron contestadas con gritos de «fuera, fuera» y con numerosos asistentes dándole la espalda.
95 % de Perroflautas que acudieron a la reunión quieren decidir sobre lo que ha votado la mayoría de menorquines. Viva la Democracia