La incertidumbre va en aumento entre los vecinos de Alaior cuya vivienda se encuentra en proceso de subasta, a raíz de que la promotora titular de su edificio, radicado entre la Avinguda Verge del Toro y la Carretera Nova, entrara en quiebra dejando una deuda pendiente de 12,3 millones de euros, intereses incluidos. En ese marco se ha programado una concentración para este sábado entre las 10 y las 13 horas, convocada por el propio vecindario, y que tendrá lugar en la Avinguda Verge del Toro.
Promovida tanto para protestar por la situación –y contra la coyuntura que se está viviendo con todo lo relacionado con el acceso a la vivienda– como para visibilizar la misma, según indica en estas páginas Carlota, vecina afectada y una de sus impulsoras, esta concentración será de carácter lúdico-festivo y prescindirá de pronunciar manifiesto.
«La idea surge del vecindario, pero mucha gente o la plataforma Habitatge Digne nos respaldan; iremos allí con tiendas, mesas...», detalla, en lo que asimismo será una manera de simbolizar el modo «en que nos dejarán, en la calle», añade esta vecina de Alaior, si finalmente sus pisos pasan a manos de terceros producto de una subasta que permanecerá abierta al mejor postor hasta el 6 de octubre.
La confianza en la Sareb como comprador potencial del inmueble, y que sería la única tabla de salvación que a día de hoy se presume para los inquilinos de las 60 viviendas susceptibles de ser vendidas –salvo alguno que otro que sí está dispuesto a pujar por mantener ese hogar–, en tanto que precedería su posterior trasvase a la empresa pública estatal de vivienda y permitiría a los vecinos burlar el desalojo a cambio de un alquiler asequible, es relativa, admite Carlota. «Hasta que no vea que la Sareb acredita o documenta esa compra, no lo creeré», anota.
Significar que el colectivo de vecinos amenazado de desahucio se reúne este jueves con el alcalde, José Luis Benejam, quien por su parte, hace unos días, mostró plena confianza en que la Sareb, y no compradores privados, se hiciera con la totalidad de pisos. Aunque «contentos con el alcalde, no estamos», precisa.
Así, se reprocha a la primera autoridad de la población que «no nos conceda cita hasta diez días después de haberse abierto la subasta», además de que el último encuentro con él, al respecto de esta problemática, ocurrió «el pasado 25 de marzo; parece que está esperando a que todo se solucione, para después decir que ha sido él quien ha dado con la solución».
Vulnerabilidad
Carlota, que abona 650 euros al mes por el alquiler del piso, que comparte con su pareja y para quiénes una subida de «50 o 100 euros ya sería un gran problema», recuerda que la práctica totalidad de residentes de este inmueble de la Avinguda Verge del Toro sujeto a subasta «nos encontramos en situación de vulnerabilidad», pues tal y como está el actual mercado inmobiliario, «casi nadie podría asumir un alquiler superior», concluye.
Bye byeTienes que distinguir entre estrujar y pagar. Las cosas tienen un precio, y lo que no puede pretender un inquilino es que el propietario le pague la fiesta. El piso tiene una amortización, unos gastos y un mantenimiento. Y nadie invierte para perder dinero, asi que lo minimo es que el inquilino pague esa amortización, esos gastos y ese mantenimiento