El estudio sociométrico del IBES no es una encuesta electoral, pero sí se ha preguntado a los menorquines que valoren la gestión de las administraciones más cercanas. En la gráfica se comprueba como, en general, hay más ciudadanos satisfechos con su administración local que descontentos.
La mayoría de notas son de aprobado justo, excepto dos que casi obtienen un notable, que son Ferreries y Es Migjorn, mientras que la peor nota la obtiene Ciutadella con un 4,6 y también suspende Sant Lluís (4,8).
Ferreries destaca especialmente, porque suma un 66,6 por ciento de encuestados que aprueban la gestión por solo un 17,1 que consideran que es mala. En Maó, el 34,3 por ciento aprueba y el 24,8 la suspende. En Ciutadella la diferencia es de 25,5 a 31,9, entre los que califican de muy buena o buena la gestión y los que la califican de mala o muy mala, respectivamente. Ciutadella y Es Castell es donde un mayor número de ciudadanos optan por calificar la tarea municipal como regular.
En términos generales, en el conjunto de la Isla, los votantes del PP son los más críticos, aunque es lógico porque Maó y Ciutadella están gobernados por opciones de izquierda.
Todos esos parques solares y eólicos son muy buenos, pero hay que empezar por el principio: CO-NEC-TAR-LOS. Los techos solares en edificios públicos (estacionamientos y similares) ya están por muchas partes, pero los gobiernos locales e insulares avanzan a paso de tortuga en cuanto a permisos y otros asuntos que obstaculizan innecesariamente el progreso. Esto significa que la transición tardará años más de lo deseado. En veces me pregunto por qué se venden tan pocos vehículos 100% eléctricos; ¡casi NO HAY -vatuadell cent llamps- dónde cargarlos! En el aeropuerto de Mahón por ejemplo, ¡todas las estaciones de carga están fuera de servicio! No hay ni un solo coche aparcado en las docenas de plazas verdes. Y estos son sólo un par de ejemplos, señores... ¡No te arrastres, corre!