Para la fiscal del caso, Reyes Miñambres, no existe una duda razonable que el jurado popular pueda considerar sobre al asesinato de Elisabeth Pimentel Montilla, a manos de su marido la madrugada del 18 de junio de 2018 en Ciutadella. Así ha concluido sus alegaciones en la última jornada del juicio celebrada este jueves por la mañana en la que la contundencia de la jurisconsulta y el abogado de la Comunidad Autónoma, Aitor Duràn, para acentuar la culpabilidad del reo, ha tenido réplica en su defensor, Juan Ignacio Sanz Cabrera.
El propio Eduardo Enrique E.R. he hecho uso del último turno de palabra para reiterar su inocencia y justificar su falta de colaboración durante el proceso con la Policía y la juez porque desde el primer día se sintió incriminado. «El único que ha sido sincero desde el primer día, he sido yo». Ha añadido que la transcripción del audio de aquella noche «fue una locura, la fiscal dice un montón de mentiras». Ha añadido que cuando se negó a declarar fue porque vio que ya le habían incriminado y lo que menos quería era recordar ese día«.
Fiscal y letrado de la Comunitat se han dirigido al jurado popular para calificar que el relato que hizo el acusado durante su declaración fue «surrealista» y estructurado a partir de lo que se escucha en el audio para ir buscando coartadas. La mujer fue drogada por su marido con una cantidad brutal de MDMA sabiendo que ella no era consumidora y que le quería causar la muerte, y luego arrastró su cuerpo hasta el jacuzzi para acelerar su muerte ahogándola.
El abogado defensor ha pedido al jurado que evalúen las pruebas de lo sucedido aquella noche y no la relación de la pareja o sus denuncias por violencia de género que, recordó, no tuvieron ninguna sentencia condenatoria. Esgrimió que la acusación ha construido su interpretación de los hechos para llegar a la culpabilidad de su cliente, «pero esa no es la interpretación cuando respecto a esos hechos solo hay elucubraciones».
El jurado popular queda aislado este mediodía tras recibir el objetivo de veredicto de la magistrada presidenta del tribunal, una guía con preguntas para facilitar la labor de sus nueve integrantes. A partir de entonces comenzará la deliberación hasta que acuerden el veredicto y lo trasladen a la Magistrada que constituirá de nuevo al tribunal para su lectura.