La reunión del Consorcio del Acantilado del Puerto de Maó celebrada ayer a raíz del último desprendimiento en la Costa des Muret activó las gestiones para la búsqueda de técnicos especialistas en este tipo de zonas que han sufrido siniestros como el ocurrido el pasado viernes.
Los técnicos que se desplacen a la Isla deberán revisar el tramo del acantilado donde se produjo el derrumbe sobre la Destilería Xoriguer y determinar cuál es la intervención de urgencia que debe acometerse cuando antes para evitar riesgos en un lugar que ahora está intransitable aunque ya lleva dos décadas cerrado al paso.
Dada la situación extraordinaria, el alcalde, Héctor Pons, recordó que la normativa permite la contratación de urgencia para estos casos, más allá del contenido de la Ley de Contratos del Sector Público, al tratarse de una excepción.
En el encuentro, en el que participaron, además, representantes de la oposición municipal, el delegado de Autoridad Portuaria, Vicenç Fullana, y el jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios del Consell, Juanjo Franch, se informó sobre el desprendimiento y su alcance, así como sobre las primeras actuaciones que se han llevado a cabo, especialmente desde el martes.
El alcalde, Héctor Pons, que ha puesto el caso en conocimiento del Ministerio de Transportes para buscar una solución global a la intervención que precisa el acantilado, destacó la buena predisposición de las administraciones que integran el Consorcio para que las actuaciones urgentes a realizar sean abordadas de forma conjunta. Antes del parón navideño se acordó mantener una nueva reunión para acelerar la puesta en marcha de las soluciones que se vayan a aplicar.