El proceso para resolver la licencia que permita o deniegue la reforma proyectada por Meliá en su hotel Milanos y Pingüinos de Son Bou, formado por dos edificios de doce plantas de altura, sigue enquistado seis años después de que el grupo hotelero presentara la solicitud del permiso de obras al Ayuntamiento de Alaior. El alcalde, José Luis Benejam, declaró que se trata de «una cuestión puramente técnica» y que su tramitación está «pendiente de documentación requerida» a los promotores.
En paralelo a esta versión municipal, lo cierto es que el GOB cumplió el pasado 7 de junio su advertencia de acudir a la justicia para parar el nuevo intento de la empresa de reformar sus hoteles mediante la segregación y agrupación de parcelas, para ganar más metros cuadrados y adecuar la superficie hotelera a las exigencias legales del Plan General vigente, el de 1994, ya que en los años 70, cuando se construyeron las torres, se incumplió ese requisito según la investigación de los ecologistas, por lo que los hoteles no pueden acogerse a la modernización que prevé la ley turística.
El recurso contencioso-administrativo se presentó en los juzgados de Palma contra dicha agrupación de parcelas propiedad de Meliá en la zona, y que permitirían a la empresa ganar metros cuadrados que, en parte y según la denuncia ecologista, son una zona verde que mediante esta operación se convierte en edificable. La validez o no de la licencia concedida por el Ayuntamiento de Alaior para permitir segregar y utilizar parcelas cercanas a los edificios «está pendiente de resolución judicial», aclara Miquel Camps, coordinador de política territorial del GOB.
Además, la entidad también apunta que, a pesar de la agrupación de parcelas, tienen dudas de que se pueda llegar a la superficie mínima necesaria que contempla el planeamiento municipal, 19.927 metros cuadrados. El grupo ecologista optó por la vía del contencioso administrativo ante la negativa, recuerda Camps, de revisar esta licencia de agrupación de parcelas por parte del Ayuntamiento, que en todo momento subrayó que el permiso contaba con «los informes favorables de los técnicos municipales».
Este nuevo pleito es un obstáculo para que se tramite el expediente de la licencia de reforma de los hoteles, que según explica el GOB crearía un ‘efecto pantalla' con el incremento de volumen de 5.922 metros cuadrados, entre la planta baja y la séptima, pese a recortarse 428 metros cuadrados entre las plantas 9 y 12, sin reducir altura.
Tanto rollo con el impacto ambiental de los hoteles Melià de Son Bou y nadie vé de todo lo construido al amparo de dichos hoteles que degradan más el entorno que los dichos hoteles. Menorca es un destino turístico donde su economía está condicionada por esa realidad. Por eso mismo, si Son Bou hubiera sido destinado turisticamente con la construcción de grandes hoteles similares a los hoteles Melià para la llegada del inevitable turismo de masas,el resto de playas vírgenes y demás destinos turísticos en la actualidad estarían y disfrutarian de más espacio humano de acogida y por consiguiente de más calidad .