La restauración del histórico puente de Binimoti, construido en el siglo XVIII por los ingleses en el Camí d'en Kane, tendrá que esperar. Las ruinas del puente, desde que se derrumbó en 2018, dificultan el paso por el sendero, que está abierto al público desde el pasado mayo, tras años de lucha y litigios judiciales que han acabado por reconocer la titularidad municipal del tramo del camino y, por tanto, también del puente.
El Consell comunicó el jueves a la asociación de los Amics del Camí d'en Kane que en los presupuestos de 2024 no tiene previsto reservar ninguna partida para restituir el histórico puente de Binimoti, pese al compromiso adquirido por el anterior gobierno. La asociación esperaba que el Consell, una vez ya no hay duda de que se trata de un bien público, procediera a su restauración, más teniendo en cuenta que una vez abierto lo que queda del puente todavía se ha visto más afectado por el paso de la gente.
No obstante, desde el Consell recuerdan que se trata de una propiedad que es municipal, y por tanto es el Ayuntamiento el encargado, en todo caso, de asumir las obras. Por su parte, el alcalde de Ferreries, Pedro Pons asegura que la intención del Ayuntamiento es restituir el puente, y que la idea es conseguir una ayuda del Consell, como se hace con la restauración del puente de Sa Bova (en el Camí de Sant Patrici), cuyas obras empezarán la semana próxima. Pons matiza, que las obras de Binimoti no se harán a corto plazo. Alega que «del puente ya no queda prácticamente nada y hay que reconstruirlo de cero», por lo que «hay que valorar si se apuesta por construir un puente en base al antiguo o hacer uno de nuevo». Y eso no se hace de «el hoy para mañana», se justifica.
Lo que está claro es que el tramo del camino necesita una actuación, para «garantizar que se pueda pasar por sobre del torrente cuando llegue el invierno y este pase con agua». En este sentido, Pons aboga por «una solución provisional» que permita este paso, como puede ser una pasarela de madera o una instalación similar.