Los cuatro migrantes rescatados el viernes de una patera que navegaba a la deriva en aguas de Menorca y que fueron hospitalizados por su grave estado de salud presentan este domingo una evolución favorable, según confirman fuentes sanitarias del Hospital Mateu Orfila.
El menor de 16 años, que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado muy grave tras haber sufrido las consecuencias de ingerir agua salada durante las dos semanas de travesía, muestra signos de mejoría. Los médicos continúan trabajando en la reducción progresiva de los niveles de sodio en su organismo, un proceso delicado que debe realizarse gradualmente para evitar complicaciones cerebrales.
Mejora de los adultos en planta
Los otros tres adultos, que el sábado al mediodía fueron trasladados desde urgencias a planta hospitalaria, también experimentan una evolución positiva. Todos ellos habían llegado al hospital con cuadros severos de deshidratación tras haber consumido agua del mar durante la desesperante travesía desde las costas argelinas.
El equipo médico del Mateu Orfila continúa monitorizando de cerca a los cuatro pacientes, especialmente los niveles de sodio que se dispararon peligrosamente tras el consumo de agua salada. El proceso de recuperación requiere un tratamiento especializado para restablecer el equilibrio hídrico y electrolítico del organismo sin provocar daños adicionales.
Los otros adultos ya se han marchado
El resto de migrantes que no requirieron hospitalización partieron este domingo por la mañana con destino a Barcelona después de haber pasado la noche en la Casa de Acogida de Maó. Es el mismo proceso que seguirán los adultos ingresados en el momento en que reciban el alta. Los menores quedarán bajo la tutela del Consell.