Una treintena de cabras asilvestradas, instaladas entre los barrancos de Son Boter y de Santa Catalina, están afectando a las fincas de la zona. El rebaño goza allí de un ecosistema ‘ideal’ en pleno verano, con pasto verde y abundante agua, procedente de una depuradora próxima, y los animales se mueven libremente, arrasando cultivos y árboles frutales y provocando enderrossalls en los muros de paret seca. La situación viene produciéndose hace varios años, pero hasta ahora, los afectados no lo habían denunciado, al no compartir los métodos del Govern balear, con sacrificios con arma de fuego.
El artículo publicado el pasado domingo en este diario, sobre las jaulas trampa modulables (’capturaderos’) que ofrece el experto en control de fauna, Jaime Ramos, para apresar las cabras que provocan desperfectos en la urbanización de Arenal d’en Castell, ha animado a difundir la situación que se vive en los barrancos ubicados en la frontera de los municipios de Es Migjorn Gran y Alaior.
Varias fincas afectadas
Este rebaño ha encontrado su hábitat perfecto y deambula por la zona, penetrando en fincas del entorno como Son Barber, Son Saura o Santa Catalina. Es allí donde se encuentra la depuradora de Es Migjorn Gran, que vierte aguas depuradas al barranco, generando abundantes pastos.
Como exponen los afectados, las cabras arrasan los cultivos y las cortezas de los árboles, y sembrar frutales o cualquier vegetal representa un esfuerzo inútil, pues se convierten en alimento de los animales. «Se comieron los árboles y tuvimos que quitarlos, no hemos podido sembrar más», asegura Tobías, desde la finca de Son Barber.
Los vecinos creen que esta manada pudo pertenecer a un pastor, que habría liberado los ejemplares al concluir su actividad ganadera, y sospechan que podrían ser más los llocs perjudicados. «Hace tiempo que queremos exponer el problema, al Govern, a los ayuntamientos o al Consell, pero no estamos de acuerdo en que se sacrifiquen estos animales con arma de fuego». Sin embargo, «la población crece rápido y, si nadie hace nada, el problema será mucho mayor».
Ahora, la alternativa de los ‘capturaderos’ empuja a los propietarios de estas fincas a reclamar la intervención de la administración competente, «para que estas cabras puedan acabar en una granja, en un santuario de animales» o, en el peor de los casos, «en el matadero, pero sin que sufran».
Otra propuesta que lanzan es el uso de piensos esterilizadores, para que la colonia no crezca más y puede reducirse paulatinamente.
Que manía con matar,sera que no hay lugares para llevarlas y que vivan felices y limpien el campo sin hacer dan̈o,llevenlas a sa roca ,que se mutipliquen y limpien de maleza....