Los familiares de los menorquines de la Flotilla Global Sumud siguen viviendo horas de angustia e incertidumbre. Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado que los 28 españoles de la flotilla humanitaria que permanecen en Israel regresarán este lunes a España, las denuncias de los activistas que llegaron el domingo—quienes aseguran haber sufrido malos tratos en la cárcel de Saharonim, en pleno desierto del Neguev— han aumentado la preocupación de unas familias que apenas han recibido información.
La hija de Santi Oliver, Carlota Oliver, quien ya se ha desplazado a Madrid para recibir a su padre, explica que no han podido comunicarse con él desde el jueves, antes de que interceptaran su barco. «El cónsul nos ha llamado esta mañana para decirnos que llegaban hoy, y nos ha dicho que el estado general de todos es bueno, a pesar de que han estado en condiciones muy 'rudas'», explica.
Miembros de la Flotilla retenidos en el suelo en el puerto de Ashdod, ante el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, que los acusó de ser «terroristas» y amenazó con que «seréis castigados», según consta en un vídeo que circula en redes sociales.
Denuncian malos tratos
Mientras persiste la incertidumbre sobre los detalles del regreso de los activistas, el relato de los primeros deportados, quienes han denunciado un «trato vejatorio e inhumano», ha encendido las alarmas entre los familiares de los menorquines.
«Lo que contaban quienes llegaron ayer es que los metieron en jaulas, que estuvieron muchas horas maniatados y de rodillas en el suelo, y que entraban en las celdas apuntándoles a la cabeza», explica Carlota, quien el domingo ya estaba en Madrid para recibir a los primeros activistas. «Los que llegaron también relataron que había una persona que necesitaba insulina y no se la proporcionaron, y que les dijeron que no había médicos para animales», añade.
Por todo ello, la familia de Santi Oliver, que no tiene información directa sobre él, está viviendo horas de gran desasosiego y se muestra indignada por el trato recibido por los activistas en Israel. «Los trataron como a terroristas, les hacían fotos con banderas israelíes. Además, han tenido que firmar documentos contra su voluntad, algunos de los cuales estaban en hebreo y no entendían», denuncian.
La hija de Santi Oliver confirma que su padre se ha negado a firmar el documento para su deportación inmediata, aunque no es uno de los que se han declarado en huelga de hambre. «Lo de la huelga de hambre no lo tenía muy claro, pero si al final no la ha hecho, quizá es porque no se encuentra fuerte, y esto también me preocupa», señala.
Huelga de hambre
Por su parte, la familia de Lluís de Moner, otro de los menorquines que han formado parte de la flotilla, también vive horas de incertidumbre, mientras esperan recibir información oficial para saber si se tienen que desplazar a Madrid para recibirlo esta noche.
«Lluís no firmó la devolución inmediata, porque eso implicaría reconocer que entró en Israel de manera ilegal, lo cual es falso. Ellos intentaban acceder a Palestina, y si están en Israel es porque fueron secuestrados en aguas internacionales y llevados allí contra su voluntad», denuncia Marc de Moner, hermano del activista menorquín.
Marc confirma que su hermano, quien durante la travesía patroneó uno de los barcos de la flotilla, se ha declarado en huelga de hambre. También lamenta que, desde el jueves por la noche, no han tenido ningún contacto con él. «Lo último que nos dijo es que les estaban atacando con cañones de agua, y después ya perdimos la comunicación», recuerda.
Retorno a Menorca
Las familias de los menorquines están a la espera de la confirmación del proceso de retorno. En principio, está previsto que los activistas tomen este lunes un avión desde Tel Aviv hacia Atenas. Posteriormente, volarán desde la capital griega hasta España, aunque aún no se sabe si llegarán a Madrid o a Barcelona. Lo que sí descartan es que puedan llegar a Menorca este mismo lunes.
MENORQUIN,1El odio te domina.