El Club Nàutic Ciutadella tampoco quiere la marina seca en Cala en Busquets que el Ayuntamiento y la plataforma ciudadana y vecinal ya han rechazado en el puerto. A título personal y a expensas de compartir en diciembre su opinión en asamblea con el resto de la junta, el presidente Juanmi Llompart dice estar «contento» del acuerdo ya alcanzado para evitar la obra.
«El proyecto no tiene nada bueno para el club», dice Llompart, consciente de la importancia de poder ampliar la autorización temporal de cuatro años de la que disfruta el Nàutic para así seguir gestionando después de 2029 los 116 amarres de entre 6 y 10 metros de eslora que explota desde 2007 en Cala en Busquets. «Nos quedan tres años y puede que, si la marina seca hubiera seguido adelante, un eventual concurso nos habría dejado sin concesión porque no tenemos tanto dinero para competir ante la administración». Los responsables de Ports comunicaron a la directiva su intención de valorar la función social que lleva a cabo el club náutico frente a otras marinas privadas, pero la negativa política y social que se ha manifestado ahora a llevar a efecto la obra allana un poco más el camino de futuro para la entidad.
En cualquier caso, Juanmi Llompart dice que su oposición al proyecto de marina seca se basa en que «me parece poco viable. Plantea una inversión demasiado grande para los pocos amarres que crearía. No tiene sentido invertir casi siete millones en una marina solo para barcas pequeñas, con los vecinos y ecologistas en contra y los restos arqueológicos que han aflorado en el fondo marino de esta parte del puerto».
Además, apunta el presidente, los 120 puestos de marina seca obligarían a sacrificar algunos de los 116 amarres actualmente existentes en Cala en Busquets. «Por eso -pide, es mejor que nos lo den en concesión y así ampliaremos los amarres sociales y mejoraremos las infraestructuras».
En su opinión, «hay otras soluciones mucho menos invasivas y costosas para crear amarres sociales» en Ciutadella. Una de ellas es la habilitación de más rampas en zonas públicas que los propietarios de embarcaciones puedan aprovechar para hacerse a la mar. «También podría instalarse una pasarela desde el varadero hasta Cala en Busquets, con pequelas barcas abarloadas», apunta.
296 amarres en el puerto
El Club Nàutic explota en la actualidad 296 amarres en el puerto antiguo. Además de los 116 que asume en Cala en Busquets, gestiona otros 180, para los que tiene una concesión en vigor hasta el año 2042. 110 de éstos se distribuyen entre el Moll de la Trona y la pasarela interior y los 70 restantes son de tránsito. La entidad tiene casi 200 deportistas y 900 socios.
Pues lo de calan busquets, sa veritat es que nose perque sa gent ho veu tant malament. Aqui a ciutadella fa molta falta un altre rampa o opcio per aquell que te una barca amb remolc, esteim molt saturats tot estiu amb ses barques de lloguer. No ho veig gens malament fer una veritable marina seca per enbarcacions de poca eslora. A mao aquest projecta ja es ves fet sensa fer tanta mandanga com aqui.....fotem oi, volem de tot, pero despues res....aixi anam.